El Ministro de Agricultura y Ganadería, Orestes Ortez, anunció ayer que este próximo lunes 25 de abril se iniciará la distribución de 236,985 paquetes agrícolas en 34 bodegas del Centa ubicadas en la zonas central, paracentral y occidental del país.
La segunda entrega se realizará a finales de junio en las 28 bodegas restantes en Oriente del país, donde se llevarán 163 mil paquetes, según dijo Ortez al final serán 400 mil paquetes los que entregarán en total.
De acuerdo con el titular de la cartera de Estado, los paquetes agrícolas incluyen una bolsa de semilla de maíz certificada para poder realizar la siembra de una manzana y una bolsa de fertilizantes.
La inversión total de la cartera de Estado en estos, es de $18 millones.
El año pasado el Ministerio de Agricultura entregó también 400 mil paquetes agrícolas, cuya distribución se realizó entre abril y mayo de ese año.
Pese a que la cartera de Estado entrega año con año este tipo de “ayuda”, para los representantes del sector agropecuario se necesitan otra serie de medidas.
“La entrega de paquetes no es toda la solución”, han reiterado agricultores.
Con las condiciones climáticas que afectan el territorio, productores de granos básicos han sugerido que se tengan otro tipo de medidas para que las cosechas puedan enfrentar las adversidades.
Según lo ha advertido el Ministerio de Medio Ambiente, este podría ser el quinto año consecutivo en el que los productores de granos básicos enfrentan un periodo de sequía.
Agricultura necesita cambios
Para este sector, se vuelve necesario que el país vaya pensando en la implementación de semillas genéticamente modificadas, que sean capaces de resistir las variaciones climáticas.
Según lo ha expuesto en ocasiones anteriores, el presidente de la Cámara Agropecuaria y Agroindustrial de El Salvador (Camagro), Agustín Martínez, el tema medioambiental no puede seguir retrasando el desarrollo de la agricultura local.
“El país está en deuda realmente con la biotecnología, falta una visión coherente con un enfoque dirigido al incremento de la productividad, porque esto lo que hace es que aumenta las cosechas y reduce costos, esto es un punto importante para transformar nuestra agricultura”, aseguró.
Las semillas genéticamente modificadas, tal como su nombre lo dice, consisten en pasar los genes de otras variedades (inclusive de animales) a los genes de las semillas. Para esto se rompe el DNA de una variedad, se corta y se “pega” al DNA de la semilla.
Estos experimentos han demostrado “fortalecer” la semilla para que resista el clima, la falta de agua y el ataque de plagas.