No basta con el batallón se requiere de más investigación

La efectividad en las investigaciones es lo que verdaderamente le dará sustento a todas las acciones de reacción especial y operatividad policial, según los especialistas en seguridad.

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Con el plan se pretende golpear o desarticular estructuras criminales, según expresaron las autoridades.

/ Foto Por Archivo

Por Jaime López

2016-04-22 4:54:00

El despliegue de grupos de reacción especial en las comunidades dominadas por las pandillas es buena, siempre que se acompañe de unidades de investigación para identificar, capturar y procesar en los tribunales  a los delincuentes. 

“En estas circunstancias lo más importante es fortalecer la parte investigativa”, reiteró el diputado Rodrigo Ávila, exdirector de la Policía Nacional Civil.

Con la presencia uniformada y contundencia de las armas, los delincuentes huyen de un lugar a otro, pero más que eso, se busca capturarlos con suficientes pruebas para llevarlos ante la justicia.

Por su parte, el criminólogo y académico, Carlos Carcach estima que el despliegue del batallón especial de reacción  es una respuesta necesaria y contundente del estado contra los grupos irregulares (pandillas).

Sin embargo advierte que se corre el riesgo de que en esta intervención mueran más personas inocentes, al ser confundidas con las pandillas, “pero aun con esto, si el trabajo de estos batallones se apoya en la inteligencia policial y militar yo tendría la esperanza de que serán efectivos”.

Datos preliminares de las autoridades revelan que los homicidios y las extorsiones se han reducido en los últimos días, aunque no se descarta que sea producto de una tregua unilateral que las pandillas han anunciado desde hace unas semanas.

Dijo que la mayoría de homicidios que se registran han sido por enfrentamiento de maras con la Policía.

El criminólogo dijo que no hay perder de vista, que las pandillas han demostrado capacidad de combatir y como ejemplo citó los ataques en Santa Cruz Michapa que duró una hora y en La Campanera, media hora, lo que demuestra que estos grupos tienen recursos, abundantes municiones y entrenamiento para hacer frente a la fuerza pública.

El tema es que en las comunidades, colonias y barrios todos conocen a las pandillas y a sus cabecillas;  saben qué hacen y cómo lo hacen,   pero también son conscientes de la norma que les han impuesto: ver, oír y callar. Con esta advertencia, todos están muertos de miedo porque están amenazados, argumentó Ávila.

“Hay muchos homicidios que los vecinos y la comunidad sabe quienes los cometieron pero ya están advertidos que les pasaría  si avisan o denuncian a la Policía y Fiscalía”, afirmó el diputado.

De ahí la importancia de fortalecer los mecanismos de investigación y  participación ciudadana con miras a que  pierdan el miedo y se armen de valor, al tiempo que también se proporcionen los mecanismos de protección a testigos. Si bien es cierto que los batallones provocan gran impacto y le dan una gran esperanza a la población, no son suficientes si no se apoyan de las áreas investigativas y los programas para que las comunidades pierdan el miedo y aporten todo lo que saben de los delincuentes de sus sectores.

En esa medida, las autoridades no solo llevan un mensaje de esperanza con estos grupos de reacción especial a las comunidades,  sino el momento y el sitio oportuno para mismo recabar  pruebas, identificar y capturar a los homicidas, extorsionistas  y violadores.

De esa forma los casos se documentarían mejor y se reforzarían con pruebas irrefutables para que los  jueces  los procesen y  los condenen.

De no apoyarse de la investigación, las intervenciones del Ejército y Policías no tendrían los resultados esperados, porque no tendrían la capacidad de detectarlos mucho menos capturarlos y llevarlos a la justicia.

“Como partido ARENA hemos presentado el proyecto de Ley de Defensa Social que le serviría al Estado para extraer de manera selectiva a los pandilleros que están causando problemas en las comunidades”. 

“Puede entrar una tropa enorme de uniformados  a una comunidad y los pandilleros lo único que hacen es sentarse en las gradas de una tienda a tomarse un café o comerse una paleta”, afirmó Ávila.  Con dicha ley el gobierno identificaría a todos los miembros de pandillas en una comunidad  para luego sacarlos.  Además propone un registro de pandillas y sus colaboradores para que por ley se le de la calidad de pandillas aquellas agrupaciones que la Corte bautizó como grupos de terroristas y lo mismo lo establece la Ley Antipandillas.

Las autoridades también deben cerrarle el reclutamiento o crecimiento  de  las pandillas,  quitarle la territorialidad y aislar a los cabecillas en los penales para cortarles el cordón umbilical y vaso comunicante en las calles. 

“Ahora que se les han quitado la comunicación en los penales, sus colaboradores en la calle pronto comenzarán a asaltar o a extorsionar por su cuenta, van a mutar , el Estado debe prepararse para darle respuesta”, subrayó.

En ese orden, afirmó que los grupos de fuerzas especiales debe apoyarse de investigaciones para desarticularlas a las maras  y ayudarle a la gente a recuperar la contraloría social. 

“De nada sirve impulsar programas de prevención si la gente está muerta de miedo, tampoco policía comunitaria porque al final van a terminar las pandillas jugando campeonatos con los policías, porque se han apoderado de las directivas de las comunidades. Hay que desmontar las estructuras de las pandillas”, concluyó el exdirector de la PNC.