Para obtener los resultados que esperas debes prepararte. Estos son los consejos del entrenador salvadoreño Juan Carlos Díaz para evitar caer en los errores que muchos comenten cuando comienzan a ejercitarse.
1. No tener un objetivo definido
Antes de inscribirte en un gimnasio debes estar claro qué es lo que quieres cambiar de tu cuerpo, qué estás buscando y qué necesitas. El ejercicio tiene muchos objetivos, uno de los más frecuentes es bajar de peso y tener una mejor figura. Pero también hay otras metas: incrementar masa muscular, mejorar resistencia, definir o tonificar músculos, mejorar la salud en general, etc.
2. No calentar antes de iniciar
Preparar el cuerpo para la actividad física es indispensable para evitar lesiones a corto y largo plazo. Cada vez que vayas a ejercitarte tómate de cinco a 10 minutos para estirar piernas, brazos, espalda, cintura y la mayor cantidad de músculos que puedas. También debes lubricar las articulaciones con movimientos circulares, de lo contrario corres el riesgo de sufrir alguna contractura muscular.
3. Ejercitar todo el cuerpo el mismo día
Si te inscribirás en un gimnasio o practicarás algún deporte, ten claro que tu cuerpo se debe preparar gradualmente para un cambio como este. Todo entrenamiento tiene que ser un proceso e incrementarse poco a poco. Los primeros días debes trabajar fragmentadamente tu cuerpo, es decir, un día piernas, otro día brazos, espalda, abdomen, etc.
Recuerda que tu rutina dependerá de tu objetivo.
4. Exceder las horas
Está bien comenzar el gimnasio con todas las ganas del mundo, pero muchas personas pasan más tiempo de lo necesario los primeros días. Después de un par de semanas se encuentran completamente exhaustos y adoloridos. El entrenamiento tiene que ser gradual, de lo contrario tus músculos se van a resentir y a cansar demasiado rápido. Si eres nuevo lo mejor es ejercitarte máximo una hora y media.
5. Esperar resultados demasiado rápido
Toda meta requiere esfuerzo e indispensablemente, tiempo. No debes esperar ver los cambios en tu cuerpo en un par de semanas. Si bien es cierto que el ejercicio tiene beneficios psicológicos inmediatos como dar energía, mejorar la concentración o disminuir el estrés, los cambios físicos tardan más. No existe un tiempo exacto para ver resultados, todo dependerá de tu objetivo, de tu alimentación, de la intensidad de tu entrenamiento, entre otros factores.
6. Prohibirse algunos alimentos
Uno de los mitos más dañinos para bajar de peso es dejar de consumir carbohidratos, por ejemplo, arroz o pastas. Aunque el exceso genera sobrepeso nunca se debe eliminar por completo de tu dieta. Los carbohidratos son una gran fuente de energía, necesaria para todas las actividades del día a día.
Existen fuentes naturales y saludables como semillas, frutas como las frambuesas, las peras, las manzanas y los higos, el pan integral, entre otros. Ningún grupo de alimentos debe excluirse de tus comidas. Lo importante es comer con medida y balanceadamente.
7. Trabajar sin asesoría
Los gimnasios están llenos de máquinas, a veces con aspecto de tortura de la Edad Media, que sirven para trabajar partes específicas. Es necesario conocer la forma correcta de emplearlas según tu estatura y peso. Lo mejor es solicitar un instructor que te indique el peso adecuado, el número de repeticiones y la frecuencia.
También puedes solicitarle una rutina para principiante y variarla a medida que vayas adquiriendo resistencia.
8. Usar ropa inadecuada
Algunas personas hacen ejercicio con zapatos formales “de la oficina”, ropa demasiado ajustada o muy floja. Olvídate de eso. Si vas a ejercitarte como mínimo debes usar tenis con buen rebote para que amortigüen las articulaciones o no dañes rodillas. Si haces pesas lo mejor es un short o licra.