Al menos cuatro negocios que tenían sus establecimientos comerciales desde hace varios años en el Aeropuerto Internacional de El Salvador fueron removidos de la segunda planta de la terminal el año pasado, y no se les reubicó en ninguna otra parte, según denunció ayer el vicepresidente de la Asociación de Concesionarios de Aeropuerto y Puertos Marítimos de El Salvador, Oscar Mendoza.
“Ese es el antecedente que me hace estar aquí porque con esa experiencia no nos están viendo como socios comerciales. Ellos quieren otros socios”, dijo Mendoza ayer, en una conferencia de prensa en la que denunciaron su desconfianza por un proceso de licitación que la Comisión Ejecutiva Portuaria Autónoma (CEPA) dice que iniciará este año para asignar nuevos locales comerciales.
Uno de esos locales de artesanías tuvo que dejar de comprar productos a artesanos salvadoreños, y generó una pérdida de hasta $25,000 porque CEPA le pidió desalojar las instalaciones para comenzar los trabajos de remodelación que la autónoma desarrolla desde hace varios meses.
Por ley CEPA puede solicitarle los locales con 30 días de anticipación.
De acuerdo con el presidente de la Asociación, Oscar García Ventura, este proceso de licitación violenta los derechos de igualdad pues obligará a unos 90 negocios, que han tenido una trayectoria de hasta 30 años en la terminal, a someterse a un proceso de licitación, mientras que otros negocios han sido contratados en los últimos meses sin pasar por un concurso público.
Solo en el ultimo año se le han otorgado concesiones de establecimientos comerciales a varios negocios, muchos de ellos establecidos en la nueva sala de despedidas que CEPA inauguró el año pasado.
“La incertidumbre generada por la actual administración de CEPA está limitando la adquisición de nueva mercadería de las tiendas libres y reduciendo la rentabilidad e ingresos del mismo aeropuerto”, señala el comunicado oficial de la Asociación. “Nosotros no le tememos a la licitación, pero no es justo que nos quieran someter a ese proceso mientras que le están dando a otros facilidades para establecerse”, apuntó.
García Ventura explicó que los negocios que tienen varios años de estar establecidos en el Aeropuerto ya tienen una categoría de contratos “innominados”, que les da “derechos adquiridos” para continuar en la terminal aérea.
Pero más allá de participar en un proceso de licitación, la Asociación teme que no se garantice la transparencia. “El problema se llama transparencia”, dijo García Ventura.
Lo dicen, sobre todo, porque han conocido que en los últimos concursos públicos promovidos por CEPA para requerir otros servicios, el procedimiento ha presentado muchas inquietudes. La Asociación manifiesta que son más de 90 empresas las que están en vilo. Estas emplean a 600 personas que no saben si tendrán trabajo el otro año.