GUATEMALA. Los migrantes irregulares centroamericanos que llegaran a Estados Unidos después de enero de 2014 y aquellos que cuenten con antecedentes penales serán considerados como los objetivos prioritarios para la detención por parte de las autoridades y repatriación desde el país norteamericano.
“Nuestra frontera no está abierta a la migración irregular”, reiteró ayer la directora de Asuntos Públicos del Control de Aduanas e Inmigración de los Estados Unidos (ICE), Bárbara González, en una conferencia de prensa celebrada en Guatemala.
En el año fiscal 2015, las autoridades de Estados Unidos detuvieron a 39.970 menores sin acompañante en la frontera con México, lo que representó un 42 % menos respecto al mismo período del año fiscal anterior, cuando cruzaron la frontera 68.541 niños, según anunció en noviembre la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (ICE, por sus siglas en inglés).
En total, teniendo en cuenta todas las agencias federales encargadas de inmigración, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés) efectuó 406.595 arrestos de inmigrantes indocumentados y 462.463 operaciones migratorias, en las que se incluyen deportaciones y retornos voluntarios, según datos oficiales estadounidenses.
Flujo constante de personas
La inmigración proveniente del Triángulo Norte de Centroamérica (El Salvador, Guatemala y Honduras) se ha disparado en los últimos años debido a la grave situación de violencia que viven esos tres países, la cual provocó una enorme oleada de inmigración infantil en el verano de 2014, un movimiento que fue calificado como crisis humanitaria.
El Gobierno de Estados Unidos lanzó a principios de este año un programa de redadas para la detención de inmigrantes provenientes de esos tres países centroamericanos, que hubieran llegado al país en el último año, una medida que es rechazada abiertamento por muchos de los senadores demócratas.
“La mayoría de personas que están ingresando de forma irregular están siendo repatriadas”, advirtió González, quien recordó que la mejor inversión para estas familias que piensan en migrar es dedicar ese dinero a la educación de sus hijos.
El papel que juegan los gobiernos
La responsable estadounidense reconoció que las miserias que sufren muchos ciudadanos centroamericanos están en el origen de esta migración; no obstante, insistió en que la responsabilidad de afrontar esas carencias es de los gobiernos centroamericanos, una tarea en la que, añadió González, contarán con el apoyo del Gobierno de Estados Unidos.
Para ello, el Congreso de Estados Unidos aprobó recientemente una partida de 750 millones de dólares que se invertirán en la implementación del plan de la Alianza para la Prosperidad en el Triángulo Norte de Centroamérica, con el que se busca generar desarrollo económico y estabilidad social para reducir los elevados niveles de migración de esos tres países hacia Estados Unidos
El Salvador, Honduras y Guatemala integran el llamado Triángulo Norte centroamericano, considerado una de las zonas más violentas del mundo debido al aumento del narcotráfico, la presencia de aliados de los carteles mexicanos y la debilidad de las instituciones estatales, según informes de Naciones Unidas.
Además, tanto los coyotes como las mafias que operan en el contrabando de personas son los otros objetivos prioritarios de la política migratoria estadounidense.
En este sentido, desde 2014 más de 1.200 personas han sido detenidas, así como millones de dólares incautados.