Los restos del agente Dagoberto Parada Quintanilla, asesinado la tarde del jueves en la cabecera de San Miguel, fueron sepultados la tarde de ayer en el cementerio general de la ciudad.
Familiares, compañeros en armas y amigos, acompañaron el féretro de Parada Quintanilla para dar el último adios a un hombre que por 20 años presto su vida y servicio a la comunidad con el trabajo policial.
El agente fue una de las dos víctimas mortales de la violencia delincuencial de San Miguel la tarde del jueves. A pocos metros de donde sería sepultado, familiares y amigos lloraban a Erick Alexander Gómez, un motorista de la ruta 13 de microbuses, ultimado en la colonia Aurora, sólo minutos antes que supuestos pandilleros mataran al agente del 911.
A los actos fúnebres de Parada Quintanilla asistieron el jefe de la delegación policial de San Miguel, Gersan Pérez y el sub director de Seguridad Pública de la Policía, Pablo Escobar Baños.
Las autoridades entregaron el Pabellón Nacional a la esposa del agente asesinado, quien es el segundo policia ultimado en el presente año en la zona oriental del país.
Por el crimen, la Policía arrestó a Carlos Alberto Sánchez,de nacionalidad nicaraguense, Luis Manuel Ochoa y José Isaias Argueta. La Policía señala al extranjero como el responsable directo del crimen.
Fueron arrestados tras un amplio operativo y les decomisaron la motocicleta en la que habrían llegado para asesinar a Parada al punto de taxis en donde laboraba cuando estaba de licencia, además del arma de fuego con la que se cree cometieron el asesinato.