Un reto para los buenos observadores. Esta vez se trata de un oso panda escondido entre cientos de perros.
Debería ser fácil de detectarlo, pero este desafío para la mente es más difícil de resolver de lo que parece. Y es que los colores blanco y negro de varios de los canes y otras similitudes con el osos, como las orejas y una nariz negra, hacen un poco más difícil la tarea de detectarlo.
Vemos cuánto tiempo tarda en hallarlo.