La crisis de caja que tiene el Gobierno se debe a su constante y desordenado incremento de gastos. Esto ha empujado a una falta de liquidez que deja al país al borde de un impago de sus deudas.
Esas son las reflexiones de dos economistas consultados respecto a la insistencia del ministro de Hacienda, Carlos Cáceres, de que se aprueben los $1,200 millones en bonos que ha pedido el Gobierno recientemente.
El economista Rafael Lemus consideró que por incapacidad y mala gestión el FMLN ha creado una situación caótica con las finanzas públicas. Aunque tiene más ingresos por impuestos, los gastos de Gobierno han crecido tanto que siempre falta dinero.
Por su parte, el asesor macro económico de la Fundación Nacional para el Desarrollo (Funde), Carlos Pérez Trejo, dijo que el Gobierno tiene un problema con el exceso del gasto corriente, como remuneraciones, del cual no se puede liberar a corto plazo.
Lemus recordó que constantemente se ha criticado la mala elaboración de presupuestos del Gobierno. Para él las Letras del Tesoro (Letes) son un mecanismo ideal para los funcionarios con el cual pagan los desajustes haciendo préstamos sin tener que pedir permiso a la Asamblea Legislativa.
Pérez Trejo consideró que usar las Letes para sobrevivir a la falta de liquidez es una solución temporal que no corta el problema de raíz. A su criterio, se debe reducir gastos y hacer sacrificios en las finanzas públicas.
Ambos analistas coincidieron en la necesidad de que el presupuesto del país, sus ingresos y gastos, sean transparentes y sinceros; además creen que se tiene que llegar a un acuerdo fiscal para controlar los gastos del Estado. Para ellos el escenario actual es complicado.
El mismo ministro de Hacienda, Carlos Cáceres, dijo este martes, durante una entrevista de televisión, que existe el riesgo de caer en un impago de deuda, algo que golpearía sobre todo a las familias más pobres.
Sin embargo, el funcionario no considera que los gastos sean el problema, sino que acusó a la Sala de lo Constitucional, el sector privado y el partido ARENA de llevar una “estrategia política financiera de asfixiar las finanzas públicas”.
No obstante, el economista de Funde insiste en el problema del poco control de gastos.
“El Gobierno está en constante problema de liquidez. Los recursos no alcanzan… las necesidades siguen presentes, además de los gastos que se agregan con las promesas”, comentó Pérez.
Rafael Lemus insistió en que el Gobierno necesita un alivio fiscal, pero también es necesaria la disciplina en los gastos.
Este economista dijo que es irresponsable que los diputados de la Asamblea Legislativa no ejerzan un adecuado control de los gastos que hace el Gobierno y del uso que dan a las Letes.
Estos instrumentos financieros se han utilizado tanto que desde enero 2015 a enero 2016 su tasa de interés ha aumentado de 2.9 % a 6 %.
Ambos economistas señalaron otro ejemplo de la mala administración del Gobierno: el constante refinanciamiento de los Letes, los cuales ya alcanzan un saldo de $964 millones.
Los $1,200 millones en bonos ya están comprometidos para el pago de Letes y otros compromisos. Por ello Pérez Trejo señaló que el Gobierno nuevamente entrará en una falta de liquidez, la cual solventarán con más endeudamiento a través de las Letras de Tesoro.
Destino de los bonos
En la entrevista televisiva el ministro Cáceres dio detalles del uso que se dará a los $1,200 millones.
El funcionario explicó que la prioridad es pagar $800 millones de la deuda de Letras del Tesoro. $10 millones más se usarán para pago del ejército por sus labores de seguridad en el segundo semestre del año.
De los $390 millones restantes Cáceres dijo que se usarán para contratar a 200 nuevos fiscales, hacer un aumento salarial a policías y pagar las pensiones del Instituto de Prevision Social de la Fuerza Armada (IPSFA), pero no precisó cuánto se destinará a cada una de estas responsabilidades.
En el caso del IPSFA, que ya no tiene reservas para pagar a sus jubilados, se necesitan $34 millones para las pensiones de todo el año.
Carlos Pérez Trejo dijo que, aún si se aprueban los $1,200 millones no se contará con ese dinero sino en tres meses, por lo que marzo y abril serán complicados mientras no entre el pago de renta a las arcas públicas. De hecho solo en el mes de marzo el Gobierno ya tiene que pagar $54 millones de la deuda de Letes y en abril otros $94.3 millones.
Sumados todos los pagos que se tiene que hacer durante el primer semestre se necesitarán $365 millones para cancelar Letes.
“Las necesidades del ministerio de Hacienda son necesidades de familias salvadoreñas”, dijo Cáceres en televisión para defender la petición de los $1,200 millones.
El funcionario también se refirió a la acusación de que el dinero se está utilizando para dar empleo a 38 mil activistas del FMLN. Él respondió que en realidad se ha contratado a 30 mil policías, 30 mil profesores y 30 mil profesionales de salud. Empero, el Gobierno no sale bien parado en cuando a números se trata.
Solo al cierre de 2015 Funde, la Asociación Salvadoreña de Industriales (ASI) y la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades) señalaron que en el año pasado mientras el gasto en salarios se disparó, la inversión pública en escuelas, hospitales y seguridad se redujo considerablemente. Aún así, el gasto sigue creciendo y la falta de liquidez se mantiene.
“La situación es tan crítica que ya no necesitamos $900 millones, necesitamos $1,200 millones”, dijo Cáceres.
Pero esa petición deja fuera una cosa. Colocar esos bonos será más caro en términos de intereses. En ese panorama, pedir más préstamos para pagar deudas y compromisos corrientes es parte de las “soluciones” que según Carlos Cáceres se están buscando constantemente dentro del Ministerio de Hacienda.