Las tuberías del nuevo Maternidad siguen estallando provocando minutos de caos y aumentando la sobrecarga laboral para el personal que debe intentar parar la situación, además de atender el daño dejado por el paso del agua.
“¡Qué río!” fue parte de los comentarios que se alcanzaban a escuchar en medio del desorden generado por la ruptura de una tubería, ocurrida hoy por la mañana en el Hospital Nacional de la Mujer.
Pasaban las 7:30 de la mañana cuando un estruendo avisó del daño que comenzaba a ocurrir en un pasillo de la primera planta del hospital, justo frente a los ascensores.
El agua que salía de la tubería asemejaba a una cascada y poco a poco comenzaron a caer pedazos del cielo falso que luego se desmoronaban en el suelo.
En poco tiempo todo el pasillo se inundó, pese a los esfuerzos de estudiantes, que realizan sus horas sociales en el hospital, de intentar contener el agua con escobas.
“Eso ya no se puede detener” fue el comentario de una de las espectadoras de los estragos que estaba ocasionando el agua.
El pasillo conecta a otro que contiene oficinas y áreas restringidas del hospital. A pocos metros de ahí está el área de Emergencias, donde justo dos semanas atrás se reventó otra tramo de la tubería.
“Esto ya se volvió rutina por todos lados”, manifestó Blanca de Galindo, secretaria Sindicato General de Empleados de Salud (SIGESAL) seccional Maternidad.
De Galindo dijo que los estallidos de las tuberías casi siempre ocurren en la primera planta. A su ver, la calidad de los materiales y de las tuberías no son las adecuadas ya que no soportan la presión con la que se bombea el agua.
“Cuando echan el agua, la presión debe servir para llegar hasta el quinto piso. Esas tuberías no aguantan la presión”, opinó la sindicalista.
Por medio de la oficina de Relaciones Públicas, la directora del hospital, Adelaida Trejo, corroboró la situación.
“Efectivamente hubo un nuevo problema con las tuberías y este fue reparado en tiempo corto, restableciendo el servicio de agua de forma oportuna”, declaró.
Pero para de Galindo el problema urge de medidas que impidan que el problema siga ocurriendo.
“Ya heredamos un hospital mal construido y en cualquier momento o en cualquier lugar pueden estallar las tuberías”, opinó.
La sindicalista declaró que cada vez que estalla una tubería el personal de mantenimiento del hospital se mueve lo más rápido que puede, pero el agua hace estragos de forma rápida.
“Inmediatamente cuando el techo se moja y con la misma presión del agua hace que las lozas se caigan”, declaró de Galindo.
El personal tuvo que sacar el agua por las gradas hacia el patio del sótano, también tuvo que barrer y recoger todas las lozas de cielo falso que se deshicieron con el agua.
Pocas horas después de haber contenido los chorros de agua, se podía observar el extenso daño provocado en el techo y lo delgadas que son las tuberías que transportan el agua potable al interior del hospital.
De Galindo aseguró que entre los trabajadores existe el temor de que una tubería estalle en un área crítica donde haya pacientes ingresados.
“Aquí en la primera planta está la Máxima, está quirófano, está el cuarto de expulsión y si ese chorro llega a caer en donde están los pacientes, por Dios se nos va a morir”, exteriorizó.
La sindicalista valoró que el Ministerio de Salud no ha mostrado el interés necesario para atender el problema.
“Ellos se han vuelto como que no les importa, porque esto es grave, no es de ahora, se viene dando desde que nos pasamos al hospital”.
Después de lo ocurrido en el área de Emergencias, el pasado 22 de febrero las autoridades del Minsal se refirieron a los problemas en las tuberías como “situaciones menores”.
Sin embargo, aseguraron que harían valer las garantías que todavía están vigentes con las empresas constructoras que realizaron el hospital.
También apoyarían al nuevo Maternidad desde la unidad de mantenimiento central del Minsal.