Reforma de pensiones dejará menos espacio para invertir y ganar intereses

Ahorros que queden en AFP tendrán poco margen para invertir y dar ganancias a trabajadores.

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Alrededor de $6,900 millones depositados en las cuentas de ahorros de los trabajadores afiliados a las AFP ya se prestaron para pagar pensiones del ISSS e INPEP.

/ Foto Por Archivo

Por Rodolfo Ortiz

2016-03-02 9:00:00

Tras la reforma de pensiones, los ahorros que queden en cuentas individuales ganarán una rentabilidad muchísimo menor y, contrario a lo que dice el Gobierno, el decreto no ofrece grandes opciones de inversión que den más ganancias a los trabajadores.

El documento entregado a la Asamblea Legislativa sí crea dos nuevas opciones de inversión para el dinero que quede en las cuentas individuales. Se trata de fondos de inversión y valores extranjeros, además de títulos valores cotizados en bolsas internacionales.

En ambos casos el monto máximo de inversión es del 20 % del ahorro de pensiones, según los literales O y P relativos a inversiones.

Sin embargo la reforma misma establece una trampa que cierra la posibilidad a ganar mayores intereses en la cuenta individual.

El artículo 36 de la reforma, tras abrir la vía a títulos extranjeros, amarra estos fondos a la inversión que ya se ha hecho en empresas, bolsa de valores y bancos locales.

En conjunto esos cuatro destinos de inversión no pueden sumar más del 70% de los ahorros.

Además, el artículo 36 no modifica los porcentajes de inversión que ya se destinan a instituciones de Gobierno, empresas locales, bolsa de valores, bancos o desarrollo inmobiliarios por lo que no habrá grandes cambios a favor de lo que ganan los trabajadores por sus ahorros.

Y es que en la práctica un 80% de los ahorros de pensiones ya está invertido en entidades de Gobierno: Fideicomiso de Obligaciones Previsionales (FOP), tesorería, Fondo Social para la Vivienda, Autónomas, etc.

En otras palabras, cerca de $6,900 millones ya se prestaron al Gobierno. El problema es que de ese dinero $5,000 millones se encuentran en el Certificados de Inversión Previsional (CIP) emitidos por el FOP y durante varios años han ganado una rentabilidad de apenas 1.3 %.

La segunda problemática es que la reforma deja en funcionamiento el FOP, con lo cual los pocos ahorros que queden se invertirán en certificados que ganan intereses menores a los que ofrecen otras opciones de mercado.

El presidente de la Asociación Salvadoreña de Administradora de Fondos de Pensiones (Asafondos), René Novellino, explicó que la reforma dejaría apenas $4,000 millones en las cuentas individuales de los trabajadores.

Perder la mitad de los ahorros y las cotizaciones limitaría mucho el flujo de liquidez para seguir invirtiendo en nuevas opciones, porque la mayoría del dinero seguiría invertido en títulos con distintas fechas de retorno. Aún así Novellino matizó que no prevén que ocurra una crisis de liquidez tras la reforma.

“El proyecto de decreto sale con nuevas opciones de inversión, pero si el dinero está comprometido para comprar CIP y para pagar pensiones, muy difícilmente usted puede aprovechar. El dinero no se genera espontáneamente”, resumió el presidente de Asafondos.

Según Novellino, al tener la mayoría del dinero en títulos y una menor parte en efectivo, este se destinaría a una prioridad: pagar pensiones. Los ahorros se quedarían con las mismas inversiones que ya tienen.

La reforma “restringe la disponibilidad de ‘cash’ para otras inversiones… Si seguimos obligados a comprar los CIP el espacio para otros instrumentos, si queda, va a quedar muy poco”, explicó.

¿Cómo afectará al trabajador?

En primer lugar, el cotizante que gane menos de dos salarios mínimos ($504) debe olvidarse de la posibilidad de ganar intereses con sus ahorros. El traslado de saldo previsto en el artículo 232-T le quitará todo lo que tiene en su cuenta individual y lo pasará al Fondo Público.

En segundo lugar, quien logre mantener parte de sus ahorros en su cuenta tendrá menos rentabilidad porque a menos ahorros, menos intereses generados.

Si por ejemplo un cotizante tiene $20,000 en su cuenta, con la rentabilidad promedio de 2015 (un 2.28%) en un año habría ganado $456 solo por el ahorro que ya tiene.

En cambio, si la reforma le deja solo $6,000 en su cuenta, con la misma rentabilidad ganará apenas $136.

Si ese mismo trabajador gana, por ejemplo, $600 debe considerar que ya no cotizará $78 a su cuenta. Tras la reforma $65.52 se irán al Fondo Público en el cual no se ganan intereses. Solo $12.48 entrarán cada mes a su cuenta individual.

En resumen, aparte de tener menos dinero generando intereses, depositará muy pocos ahorros en su cuenta individual, afectando así la rentabilidad que obtendría en una Administradora de Fondos de Pensiones (AFP).

Sobre toda esta situación siempre se mantiene la posibilidad de que los $6,000 que le quedan no se inviertan en títulos rentables. Como por ley las AFP seguirán obligadas en prestar el dinero al FOP, eventualmente su dinero podría estar ganando menores tasas de interés.