¿Es malo para la salud? ¿Hace bien? ¿Engorda? ¿Tiene efectos secundarios? Una especialista en nutrición se encarga de destruir preconceptos y nos da su visión científica sobre lo que comemos.
1. La sal engorda
Relativo. El consumo de sal en sí no es lo que resulta en un aumento de peso o grasa, sino más bien los alimentos procesados como: comida rápida, chips, alimentos enlatados y quesos. Todos los productos antes mencionados son no sólo altos en sodio, sino a la vez en grasa y azúcares. Consumir alimentos altos en sodio o sal sí aumenta peso de agua, lo cual se ve reflejado en la báscula, pero al disminuir o eliminar el consumo de sal la retención de agua se pierde. Además, la misma retención de líquidos nos hace sentir levemente más inflamados de distintas partes del cuerpo.
2. El pan tostado tiene menos calorías que el normal
Mito. Tostar una rebanada de pan no tiene grandes efectos en su contenido nutricional ni calórico. Sí suceden cambios químicos, se pierde un poco de humedad y, por lo tanto, se puede sentir más ligero, pero las calorías son las mismas.
3. El chocolate produce acné
Mito. Los alimentos no tienen relación o efecto directo en el acné. Este se forma por mayor producción de grasa en las glándulas sebáceas, cambios hormonales y acumulación de bacteria. Sin embargo, no podemos negar que ciertos alimentos pueden ayudarnos a mejorar nuestra piel.
4. Comer pequeñas comidas repetidas durante el día acelera el metabolismo
Verdad. Consumir varias porciones durante el día ayuda a que nuestro metabolismo trabaje constantemente y a quemar un poco más de calorías. Hacer refrigerios entre comidas puede ayudar a controlar nuestro apetito y a regular los niveles de azúcar en sangre o glucosa, logrando así tener menos antojos. Esto solo es cierto si tenemos control en porciones.
5. Comer pastas es ideal antes de hacer deportes
Relativo. La pasta, arroz, papa, entre otras fuentes de carbohidrato son una excelente opción de energía, tanto antes de la carrera como para la etapa de recuperación. Al comer carbohidratos acumulamos parte de esta energía en forma de glucógeno en nuestro hígado y músculos. El glucógeno es la principal forma de energía almacenada en nuestro cuerpo a la hora de practicar actividad física. Es importante no descuidar los otros grupos de alimentos, como proteína y grasa saludable.
6. Beber vino tinto ayuda a la circulación
Mito. El vino tinto, gracias a las uvas, tiene una sustancia llamada resveratol químico y antioxidantes, los cuales pueden aportar muchos beneficios a nuestra salud cardiovascular. A pesar de esto, consumir mucho alcohol en una sola ocasión o a lo largo del tiempo puede tener más efectos secundarios negativos que positivos en nuestro cerebro, corazón, hígado, páncreas y sistema inmune.
7. El aguacate engorda
Mito. Los aguacates son una fuente de grasa saludable, necesaria para nuestro cuerpo. Al contrario, el aguacate es fuente de fibra – 3.4 g por medio aguacate – y contienen ácido oleico, ambos nos ayudan a sentirnos llenos por más tiempo. El aumento de grasa o peso resulta por un consumo excesivo de calorías totales diarias, no calorías de un alimento único.
8. Entre mayor cantidad de fibra consumo mejor
Verdad. No todas las fuentes de fibra son iguales ni tienen el mismo beneficio para nuestro cuerpo. En la actualidad encontramos cada vez más productos fortificados como el yogur, cereales, barritas, incluso bebidas. Faltan muchos estudios que comprueben el efecto de la fibra agregada y sus verdaderos beneficios al compararlos con la fibra natural presente en granos enteros, legumbres, fruta y vegetales. Existen distintos tipos de fibra y cada uno tiene funciones para la digestión, ayudar a bajar el colesterol, controlar niveles de glucosa o azúcar en sangre, etc.
9. Antojos de ciertas comidas son señales que tenemos deficiencias de algunos nutrientes
Mito. Los antojos pueden estar relacionados a dos factores: problemas de azúcar en sangre, como hipoglicemia o un mecanismo para saciar nuestras emociones. Muchas veces tenemos ciertos alimentos que nos hacen sentir mejor o que relacionamos inconscientemente con emociones positivas. La única deficiencia que puede mostrarse como necesidad es la del hierro. No se manifiesta como un antojo a una porción de carne, sino más bien como necesidad de comer hielo, cemento y barro. Esta condición se denomina “pica”.
10. Comer zanahoria mejora la visión
Las zanahorias son ricas en vitamina A, un nutriente esencial para una buena visión. También podemos encontrar esta vitamina en alimentos como: leche, queso, yema de huevo e hígado.
11. El huevo crudo no se digiere
Verdad. Un huevo grande aporta alrededor de 6g de proteína de alta calidad, pero la cantidad que logramos digerir depende de si está crudo o cocido. Logramos absorber un 90% de proteína de un huevo cocido vs. 50% de uno crudo. La razón es que el calor altera la estructura de la proteína, facilitando así a las encimas digestivas su trabajo. De igual forma no debería ser problema disfrutar de un aderezo césar o mayonesa casera, entre muchos otros platos que contienen huevo crudo.
12. Las grasas vegetales son más sanas
Relativo. Si catalogáramos las grasas como un semáforo, diríamos: ROJO – grasa trans, la encontramos en productos empacados, procesados y comida rápida – , AMARILLO – grasa saturada, presente en carnes rojas, lácteos enteros y aceite de coco – , VERDE – grasa monoinsaturada en aceite de oliva, aceite de canola, aguacates, semillas y poliinsaturada en salmón, sardinas y linaza, entre otros.
13. Consumir huevo aumenta el colesterol
Mito. Los huevos sí contienen una cantidad substancial de colesterol, pero tanto el que encontramos en el huevo como en camarones, por ejemplo, no tienen un impacto significativo en nuestros niveles de colesterol en sangre. Lo mejor es evitar grasas saturadas y transaturadas y practicar actividad física regularmente, ya que nuestro cuerpo también produce colesterol.
14. Todos los carbohidratos engordan
Relativo. Evitar “carbohidratos malos” como granos refinados, pastas, pan, postres y bebidas carbonatadas sí nos ayudan a mantener el peso y a prevenir enfermedades como diabetes o enfermedades cardiovasculares. Los “carbohidratos buenos” como: granos enteros, legumbres (frijoles, lentejas, garbanzos), frutas y vegetales son la principal fuente de energía para nuestro cuerpo, por lo que no podemos eliminarlos por completo. Puede que sí veamos una pérdida de peso rápida si no consumimos carbohidratos en un inicio, pero a largo plazo no es un resultado saludable ni sostenible.
15. Las calorías consumidas por la noche engordan más que las del día
Mito. Calorías son calorías y no importa la hora en las que las consumimos. Lo importante es mantener una alimentación balanceada y tener una ingesta calórica apropiada de acuerdo a nuestra constitución y condición física.
Tomado de revista Fit & Healthy, febrero 2016.