Apaneca a 1,450 msnm es uno de los municipios turísticos de El Salvador que conforman la “Ruta de las Flores” y es dentro de los cinco destinos de la ruta, el que invita a descansar a plenitud.
Apaneca significa “Ríos de Viento” y vaya que el clima de este pueblo hace honor a ello, es raro cuando no hay corrientes de viento y que la temperatura no esté agradable. Todo lo contrario, el frío de las madrugadas y tardes es genial para descansar del bullicio citadino.
Localizada a 90 kilómetros desde San Salvador (se llega en 1 hora y 30 minutos en carro, o 2 horas y 30 minutos en bus) este sitio atrae a los visitantes con su verdor, montañas y plantaciones de café en los alrededores, flores que muchas veces solo se dan en las zonas elevadas de El Salvador.
Desde uno de los miradores a la salida del pueblo en ruta a Salcoatitán, se tiene una de las mejores vistas para contemplar la sierra de Apaneca y la cadena volcánica del Occidente cuscatleco.
Los primeros datos de este pueblo 100 por ciento cafetalero se remontan al año 1550, de ahí que su iglesia colonial fuera erigida (el templo original) hacia los años 1798-1800. El templo anterior fue destruido por los terremotos de enero y febrero del 2001, y en estos días trabajan en los detalles para recibir a los feligreses con toda comodidad. Luego de trabajos que han estado realizando en años recientes ya se puede contemplar la belleza arquitectónica de la iglesia.
Ahora, la cúspide de la iglesia es metálica, pero se nota solo al detenerse a observar por debajo del altar. Y obreros y artesanos de la madera trabajan para colocar un cielo falso tallado en madera sobre la nave principal de la estructura.
En el municipio hay por lo menos cinco hostales donde por precios desde los 25 dólares se puede pernoctar. Lo recomendable es llevar ropa apropiada para frío; suéter y gorro. Además hay sitios donde comer o simplemente saborear de un postre y del café de la zona entre cafetales.
Los habitantes de Apaneca (aproximadamente 8,500) tienden a ser muy amigables, como lo reflejan las paredes de las casas del centro histórico; una buena parte de ellas le han dado paso a artistas de la zona que han creado murales inspirados en la flora y fauna del lugar. Esto es de lo mejor para contemplar.
Al lado de la carretera, km 90, está un mirador donde entre 5 y 6 p.m. es el mejor sitio para inmortalizar imágenes del ocaso, con cielos color rojizo.
Fotos: Alex Torres
Los municipios de la Ruta de las Flores son Nahuizalco, Salcoatitán, Juayúa, Apaneca y Ataco, y cada uno tiene su atractivo: Nahuizalco su mercado, Salcoatitán sus finos artesanos de la madera, Juayúa sus cascadas naturales y el festival gastronómico, Ataco tiene sus farolitos, noche y bares para disfrutar en familia, y Apaneca, ya lo sabe: la mejor tranquilidad para de plano, descansar y relajarse.