Ante la insatisfacción por el bono de $150 trimestrales que el gobierno de Salvador Sánchez Cerén aprobó para los Policías, han programado para el próximo jueves 10 de marzo, una marcha para exigir un incentivo de mil dólares al año, pagados en dos entregas.
De alcanzar esa gratificación, el incentivo significaría 1.66 dólares diarios para los policías, un ingreso que les ayudaría pero no resolvería su situación económica, aclaran.
“No es algo que va a mejorar la calidad de vida de los policías como lo dijo el señor Presidente de la República”, aseveró Marvin Reyes, del Movimiento de Trabajadores de la Policía.
La protesta que arrancará a las 10:00 de la mañana en el Parque Infantil y que tendrá como rumbo la Asamblea Legislativa, contará con el apoyo de otras gremiales que velan por los derechos de los trabajadores, afirmó Reyes.
También han invitado a participar a los empleados administrativos, a los agentes PPI, a los motoristas de la corporación, y familiares y amigos de los policías .
Para los colegas que estén de turno, “han dispuesto reducir labores en su lugar de trabajo a nivel nacional durante el desarrollo de la actividad”, indica la invitación que se publicó desde el miércoles en las redes sociales.
“Porque con la dignidad y la buena voluntad de negociación del Movimiento de Trabajadores de la Policía (MTP) no se juega”, reza el afiche.
Los uniformados pedirán a los diputados que creen un decreto que les garantice el pago íntegro del bono ofrecido y la nivelación salarial, pues tienen diez años de no recibir un aumento.
“Queremos que por decreto legislativo sean entregado el bono de mil dólares y el incremento salarial que es parte de la plataforma reivindicativa de los trabajadores de la Policía”, subrayó Reyes.
Cuestionan impuesto
Con la medida buscan además que el pueblo despierte y reclame que el impuesto que le están cobrando (contribución a la seguridad pública) no ha servido para lo que se creó, porque le han dado otro giro, subrayó el agente.
Los policías, aseguran que no renunciarán a los 150 dólares que el gobierno les ofreció porque de algo les va a servir, pero aclaran que “esa no es su meta, ni lo que propusieron”.
Reiteraron que tienen más de diez años de no obtener un incremento salarial, razón por la cual exigirán un 50 por ciento de su sueldo actual.
Un agente del nivel básico devenga un salario de $424 por mes, por lo que el aumento que exigen es de $211.
No descartan que las altas autoridades intenten frenar sus anhelos con suspensiones de licencias (descansos), o con la organización de operativos improvisados y otras actividades, para detenerlos.
Pero si eso sucede, exhortaron que si les ponen obstáculos para asistir a la marcha, la protesta se desarrollará dentro de las delegaciones policiales y podría tener consecuencias peores.
Reyes cuestionó que los oficiales de la Policía, desde hace varios días alistan un proyecto para presentar a la Asamblea Legislativa, con el propósito de que se les ajuste el monto de sobresueldo que reciben, a pesar de que su situación económica, comparada con la de un agente, es varias veces mejor.
Reyes señaló que “la lucha de los policías del nivel básico es desigual en la institución porque “vemos que nuestras peticiones, a pesar de ser justas no tienen eco en las autoridades, se les ha dicho hasta la saciedad los problemas internos de la institución y no les interesan en lo más mínimo”, por eso acuden a estas medidas de presión.