Cada vez existen más mujeres dispuestas a buscar su independencia económica, ya sea a través de un empleo digno y bien remunerado, o emprendiendo su propio negocio. En ambos casos es indispensable la preparación académica o la especialización en el conocimiento sobre el proyecto por comenzar.
Otro punto muy importante es que las mujeres son más tenaces que los hombre a la hora de embarcarse en una empresa y rara vez fracasan, pues son más disciplinadas que los hombres para mantenerla a flote.
En la actualidad, existen ejemplos de muchas mujeres que se han organizado y han logrado equilibrar los diversos planos de sus vidas, gracias a que vencieron el miedo de tomar una decisión entre la familia y la vida laboral.
Otro de los mitos que superar es el pensamiento de que es responsabilidad suya el cuidado de los hijos y de la familia. Por ello muchas detienen su crecimiento profesional y como seres humanos.
Muchas páginas de la historia han sido escritas por mujeres que encontraron la llave para abrir la puerta del éxito. A continuación mencionamos algunas claves que pueden ayudar a alcanzarlo.
Entusiasmo, confianza, decisión, acción, responsabilidad, paciencia, inteligencia, creatividad, vocación, seguir aprendiendo, perseverancia. En caso de que sea un proyecto propio también debes estudiar a la competencia y ser metódica a la hora de administrar y hacer cuentas.
Es necesario que te rodees de gente más inteligente que tú. Esto resulta una buena dosis de motivación. Además de que pueden resultar ser una guía para que tus ideas y objetivos sean más concretos.
Evita personas que no te aporten nada y que, por el contrario, resultan ser fastidiosas, deprimentes y negativas, que en lugar de ayudarte a cumplir las metas resulten ser un obstáculo.
La combinación de conocimientos y habilidades se adquiere con el paso del tiempo, son el resultado de la experiencia y en el campo laboral es un requisito fundamental para triunfar en la vida.
Recuerda que todo empieza por un deseo. Una vez que hayas pensado realizar cosas grandes, comienza a buscar las herramientas necesarias para llevarlas a cabo.
Elige algo que te apasione; recuerda que ganar bien y tener mucho dinero no siempre es sinónimo de felicidad. Las personas realmente felices y realizadas, que pueden considerarse “afortunadas” son las que trabajan o hacen lo que les gusta y que, además, les pagan por ello.
También debes tomar en cuenta que el que trabaja en lo que no le apasiona, lo hace por obligación, por lo tanto no se siente realizado, mucho menos feliz.
Alcanzar el éxito en los negocios empieza por ponerte en los zapatos de tus posibles clientes. Cuestiónate siempre sobre cada detalle que te gustaría que tuvieran los productos o servicios que tu negocio ofrecerá.
Nunca hagas trampa, ya sea que trabajes o tengas tu propio emprendimiento. Debes cuidar de tu reputación como empleado y como empresario.
En algunas ocasiones debes tomarte un tiempo para estar a solas; siempre es bueno darse un respiro por unas horas o días, ya que ello te permitirá reencontrarte contigo misma para replantearte las metas y objetivos trazados para alcanzar el éxito.
Los retos y metas definen el éxito
La conocida empresaria, presidenta de Fundemas y expresidenta de la Cámara de Comercio e Industria de El Salvador, Elena María de Alfaro, sostiene que el éxito inicia con proponerse y cumplir retos y metas.
Otra gran parte depende de qué personajes se escojan como referentes, del esfuerzo de sí mismo y, por supuesto, del apoyo de la familia y la confianza en Dios, agrega.
“Mi caso no es diferente; ha sido la acumulación de hechos, experiencias, metas y retos. Siempre he confiado en Dios. Tuve unos padres que me inspiraron por sus esfuerzos, sacrificios, sus atinados consejos y su trayectoria. También, una hermana gemela que, con sus excelentes notas, me imponía el reto de tratar de llegar tan alto como ella, dice De Alfaro.
Contar con un buen equipo de colaboradores y disfrutar lo que se hace, también incide.
Aconseja a las mujeres no temer, tener sueños y perseguirlos, leer mucho y saber escuchar, escoger un referente que las inspire y rodearse de personas que le impongan retos, confiar en Dios y organizar el tiempo para tener un buen balance entre la vida laboral y familiar.