Don René Beltrán, un productor independiente de café en El Salvador, teme que la propuesta de aumento del salario mínimo que ha presentado el Gobierno, termine de acabar con la producción nacional de café.
Según el cafetalero, actualmente el sector mantiene costos de $80 o $90 para producir un quintal de café y el banco solo le está financiando $80 por cada quintal.
El problema es que el precio internacional se ha mantenido entre $115 y $120 por quintal, a esto deben descontar los $35 de transformación del grano, por lo que les está quedando alrededor de $80 por quintal, mismo dinero que deben devolver al banco.
Si el salario que ellos deben pagar por mano de obra se incrementa el doble, los bancos no van a querer financiarlos, aseguró Beltrán.
“Nadie le va a dar más de eso porque el precio internacional está bien bajo, entonces saben que no se puede asegurar el pago si no se recibe más de $115”, apuntó el productor.
Pero, además de no tener las condiciones para realizar el aumento, el productor asegura que con esto, la producción de café seguirá empeorando.
Los últimos años el sector cafetalero se ha enfrentado a una fuerte debacle. El Salvador ha pasado de producir hasta 4 millones de quintales de café, a menos de un millón de quintales actualmente.
Problemas de plagas como la roya, la broca y la antracnosis, han dejado estragos en el parque cafetalero, que hasta la fecha el sector no ha logrado recuperarse.
Aparte de los problemas de inseguridad de los que también han sido víctimas, dijo.
Pese a que el Gobierno ha reiterado que la meta es aumentar la producción de café en los próximos años, con este tipo de iniciativas demuestra no estar acorde con sus objetivos, según lo apuntan.
“La medida populista”, como la han calificado algunos representantes del sector agrícola, solo vendrá a empeorar la situación del sector cafetalero.
Mientras otros países apuestan por incrementar la producción de café y generar mayores divisas con la producción de aromático, El Salvador parece ir en retroceso.
El sector cafetalero se mantiene a la espera de que el Gobierno reflexione sobre el tema y que, en lugar de hacer estas propuestas de incrementar el salario mínimo más del 200 %, se generen políticas para reactivar la caficultura.