Matan a anciano de 78 años y a su yegua en Usulután

El asesinato de David Chavarría ha causado asombro en lugareños. Los criminales también mataron a la yegua del anciano

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Don David Chavarría fue asesinado junto a su yegua en el cantón El Ojuste, Usulután. El agricultor venía de cuidar varios terrenos donde trabajaba cuando fue interceptado por pandilleros de la 18 quienes le dispararon.

/ Foto Por elsalv

Por Jorge Beltrán Luna

2016-03-08 7:16:00

David Chavarría era uno de los más viejos del cantón El Cerrito, en el municipio de Usulután. Pero eso no importó a los mareros o pandilleros que la tarde del lunes, lo acribillaron en un cantón vecino.

David tenía 78 años, una champa de lámina donde vivir y una yegua en la que cabalgaba todos los días hacia su lugar de trabajo. Porque aunque ya rondaba las ocho décadas, aún trabajaba en la tierra para sobrevivir.

Una de los comentarios que se escuchaban ayer en el caserío La Loma, cantón El Ojushte, siempre en Usulután, era que lo habían confundido con un policía y que por eso lo acribillaron desde un paredón cuando iba en su yegua,  a la que llamaba Brisa.

Pero esa hipótesis se derrumba fácilmente porque David tenía 78 años de vivir en el cantón El Cerrito. “Era muy conocido por estos lados”, afirma un agricultor de la zona.

Además, ¿cómo confundir un anciano de 78 años con un policía?

La misma tarde del lunes,  en redes sociales se dijo que lo habían matado por robarle la montura. Pero eso también es falso.

La yegua al sentir los disparos en las ancas, ya sin jinete, corrió unos 500 metros por una calle de tierra a través de la cual se llega al cantón El Cerrito. Los vecinos del lugar creen que  el animal trató de buscar el camino a casa.

La hallaron con la montura puesta, con dos balazos. Luego de correr aproximadamente medio kilómetro, el animal trastabilló y a los pocos minutos murió. Varios vecinos,  en afán de ayudar al animal, le quitaron la silla de montar.

Un viejito sin problemas

Además de ser uno de los habitantes más ancianos del cantón El Cerrito, los nietos de David aseguran que “era un viejito que no tenía problemas con nadie”.

Desde hacía muchos años, David le cuidaba a uno de sus familiares residentes en Estados Unidos, una finca grande cuyos frutos el anciano aprovechaba, además de hacer sus propios cultivos en el mismo terreno y de alquilar algunas fracciones,  para pastura de ganado.

Ese era su trabajo de todos los días: salía de su casa muy de mañana y regresaba casi al final de la tarde. Precisamente, fue en el camino de regreso a su casa cuando lo acribillaron.

De acuerdo con algunas personas que conocían desde hace mucho tiempo a David, el asesinato del septuagenario podría deberse a envidias silenciosas de algunos lugareños.

Pero hay otras posibilidades, según las mismas fuentes.

El cantón El Ojushte y su caserío La Loma, es un territorio en el que hasta no hace mucho, había presencia de la Pandilla 18. 

Pero los miembros de la Mara Salvatrucha (MS-13), que tiene presencia en el cantón El Cerrito, se lo ganó  a los 18.

Todos los días, para ir de su casa a la finca que cuidaba, David Chavarría pasaba cerca de los límites de un territorio dominado por la 18.

Como en muchos asesinatos cometidos a diario en El Salvador, personas que conocieron a David,  no descartan que cualquiera de los dos grupos criminales lo hayan matado por creer que informaba de sus movimientos.

Mas hasta ayer, de nada de lo anterior había certeza. Solo había asombro entre los familiares y amigos del anciano quienes refieren que ese tipo de hechos no es muy frecuente en ambos cantones desde que la Policía Nacional Civil instaló un puesto en El Cerrito, justo a pocos metros de la casa que habitaba David.

El pasado 15 de mayo, El Diario de Hoy publicó un reportaje donde se informaba del creciente asesinato de personas mayores en el departamento de Usulután y La Paz, a quienes las pandillas ejecutaban por sospechas de colaborar con policías y militares o con grupos rivales.

En ese reportaje se informó que Timoteo Elías Romero, de 74 años, Polo Herrera y Miguel Ángel Urías, ambos de 45 años, y Santos Cedillos, de 66, fueron asesinados a principios de mayo de 2015 en Usulután.

Aunque el asesinato contra adultos mayores no ha cesado, uno de los más recientes es el cometido contra Tomás Hernández, un hombre de 68 años, quien el pasado 1 de marzo fue sacado de su vivienda en SanPedro Masahuat por supuestos pandilleros. 

Su cadáver fue encontrado en el kilómetro 34 y medio de la autopista a Comalapa.