???Pese a los obstáculos, nunca me rendí y seguí adelante???

Juan José García reparaba pupitres en la USAM. Ayer logró graduarse como licenciado en computación

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San Salvador 11--03--16 / Foto Por Lissette Monterrosa

Por Nidia María Hernández / comunidades@eldiariodehoy.com

2016-03-11 9:00:00

La mayoría de personas busca su superación personal y profesional. Unos lo logran y otros lo siguen intentando, o fracasan. La historia de Juan José García Alas es de las que lo intentaron y cumplieron sus sueños.

En febrero de 2010, García inició sus labores en la Universidad Salvadoreña Alberto Masferrer (USAM). Fue subcontratado para reparar pupitres y otros trabajos de mantenimiento. En ese entonces tenía 32 años. Llegó cargado de sueños, de esperanza por superarse y de un enorme deseo de estudiar, por lo que decidió continuar con sus estudios de licenciatura en ciencias de la computación.

Pero no todo salió como lo esperaba. La tensión nerviosa que le generaba la carga de trabajo en la empresa en que trabajaba para dar servicios de mantenimiento, le paso “una factura alta, tanto que los médicos me dieron el diagnóstico de ataques de ansiedad por exceso de estrés y me dijeron tajantemente que tenía que dejar de estudiar. Yo no lo hice porque ese ha sido mi sueño desde pequeño y no lo iba a dejar”, contó.

García empezó a cursar menos materias y eso lo atrasó en la carrera. Pero aún así aún así no soltó su anhelo.

En agosto de ese año fue contratado directamente por la universidad, siempre en el área de mantenimiento, lo que le trajo un cambio radical en su vida, ya que tendría el tiempo necesario para ambas labores.

“En mis estudios pasé momentos bien difíciles, de cansancio extremo. Tengo una hija y cuando llegaba a casa a las nueve de la noche, porque siempre llegaba tarde, nos poníamos a hacer sus tareas. Luego yo me quedaba de madrugada haciendo las mías”, afirmó García.

Así vivió por muchos años, alternando sus estudios con su trabajo y familia.

En agosto de 2015 recibió una de las mejores noticias, La USAM le ofreció hacerse cargo del laboratorio de computación número cuatro, el cual está certificado por Microsoft. 

García no dudó ni un momento en decir que sí, “desde entonces supe que mis sueños empezaban a cumplirse”, comentó.

Pero no todo se quedó allí. Ayer en el teatro de la USAM, recibió su título de licenciado en ciencias de la computación, un título que de haberle hecho caso a los doctores, nunca habría obtenido.

“Este logro es toda mi familias, de mis jefes que siempre creyeron en mí y claro de Dios, que nunca me puso una carga tan pesada que no pudiera llevar. Hoy (ayer) para mí es uno de los días más importantes, un día que me marca y que me permitirá seguir creciendo a nivel profesional”, declaró el graduado.

Su esposa, Delmy de García, lo acompañó y afirmó que “el logro de mi esposo es una mezcla de varias cosas, primero un gran sacrificio para la familia, siempre lo apoyamos. Estamos felices porque lo logramos  y estamos orgullosas de tener un esposo y un papá como él”, asintió.

García tiene 38 años y asegura que está comenzando a vivir una de las mejores etapas de su vida, en la que reconoce que el sacrificio valió la pena. 

“Todo el que puede y quiere, lo logra. La idea es no dejarse vencer ante los obstáculos que se nos presenten”, aconsejó.