Los transportistas de carga continúan enfrentando serios problemas para movilizar mercadería en las fronteras de El Salvador. Ayer, el presidente de la Asociación Salvadoreña de Transportistas de Carga (Astic), Raúl Alfaro, lamentó nuevos embotellamientos por la lentitud de procesos en las aduanas locales.
Hace menos de 15 días, el sector denunció atrasos en las fronteras debido a la caída del sistema informático y a la lentitud con la que actuaban los oficiales de aduanas. Sin embargo, aunque se “solucionó” el inconveniente, este problema ha persistido, y según lo comentó Alfaro, desde el jueves han vuelto a enfrentar serios problemas.
Según el dirigente gremial, él mismo pudo constatar que para poder presentar un permiso de salud para importación de alimentos, no lo pudo adelantar desde la aduana de San Bartolo, ya que le dijeron que únicamente lo podía hacer el piloto o el dueño del camión. Un proceso que ya lo ha realizado personalmente en varias ocasiones, en aras de agilizar los procesos para los transportistas.
Pero ese no fue todo el problema, ya que según lo manifestó, pasó todo el día en la aduana de San Salvador, esperando en una fila con un poco más de 30 personas, de las cuales solamente atendieron a 25 de ellas.
“Es el colmo que teniendo cinco oficiales en aduana, estos solo puedan hacer 25 trámites en el día, es decir cinco trámites cada uno”, indicó.
Al parecer la situación es similar en las fronteras, ya que las filas han alcanzado nuevamente alrededor de los 10 kilómetros.
Ante esta situación, Aduanas de El Salvador solamente ha comunicado a través de su cuenta de twitter que desde el jueves se ha incrementado el número de personal en aduana El Poy, aduciendo que incremento de flujo de transporte se debe a temporada vacacional.
El presidente de Astic, señalo que con todos estos problemas que ha enfrentado los últimos días el sector, lo único que se ha evidenciado es la falta de voluntad que existe para resolver este tipo de problemas que no solo afectan a los transportistas, sino que terminarán afectando a toda la población con el encarecimiento de productos.
El presidente de Astic advirtió que si no obtienen respuestas de verdad y se estos problemas persisten, ellos pedirán la destitución del Director General de Aduanas por incapaz.
“No es posible que no se haya logrado nada con la mesa técnica donde se mantienen gremiales del sector, el Comisionado Presidencial, gente de aduanas y del Ministerio de Economía.”, lamentó Alfaro.
Según informó, desde inicios de febrero se creó una mesa técnica con representación de diferentes sectores, para buscar soluciones al paso de transporte de carga en las fronteras terrestres. Sin embargo, ha pasado el tiempo y las cosas no logran mejorar.
Incremento de costos
La principal complicación para el sector de transporte de carga, es el aumento de los costos que les significa estar varados en las fronteras, dado que no perciben ingresos pero tienen que gastar alrededor de $10 diarios solo en alimentación, por estar esperando en la fila para poder realizar sus trámites.
Según comentan recientemente algunos transportistas que se quedaron varados en la frontera a principios de marzo, el problema es que muchos de ellos viajan ajustados con el dinero que utilizan en el viaje, y con situaciones como esta, se les complica su alimentación y también llevar el sustento para sus familias.
Resienten que al final de cuentas lo que logran sacar de un viaje ya no les genere ganancia por el tiempo que perdieron esperando en el paso fronterizo.
Pero además del costo individual, los transportistas auguran que todos estos problemas que se siguen enfrentando en las fronteras terminarán por afectar directamente el bolsillo del consumidor.
Cada camión que se queda detenido en las fronteras incurre en gastos de gasolina extra e inclusive muchos de ellos llevan producto que se pierde, por ser perecederos, y que finalmente el cliente termina rechazando.
Esto al final, solo sigue elevando los costos de las empresas, mismas que al final terminarán trasladando el costo al consumidor, advierten los transportistas.