Japón otorga beca a tres jóvenes salvadoreños

Asumen el compromiso de replicar lo que aprendan. Dos de ellos estudiarán maestría en aministración de empresas y uno cursará licenciatura en física

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Edwin, René y Carlos (de izquierda a derecha) fueron recibidos por el embajador de Japón, Masataka Tarahara. Foto EDH /Leonardo González

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2016-03-16 7:08:00

Cuando se quiere salir adelante, la pobreza no es excusa. Así lo han demostrado los beneficiados con esta oportunidad de estudio en Japón, ya que los tres forman parte de familias económicamente modestas, pero que tienen bien fomentados los principios de superación.

  Los beneficiados ahora tienen la oportunidad de aumentar sus conocimientos, gracias a la beca “Mombukagakusho”, de Japón, la cual obtuvieron tras someterse a un riguroso proceso de admisión.

Los becarios son Edwin Montenegro y Carlos Shonenberg, de 29 años, quienes cursarán una maestría en administración de empresas (MBA) y René Villela, de 18, que busca graduarse de licenciatura en física. Los tres viajarán a principios de abril próximo.

Los tres  asumen el compromiso de contribuir a la economía y productivad de El Salvador, replicando sus conocimientos en empresas o ayudando a emprendedores a crear sus negocios.

Responsabilidad
Los tres coinciden en que la beca es una gran responsabilidad y un enorme reto de representar dignamente al país y demostrar que los jóvenes salvadoreños, a pesar de tantas noticias negativas, tienen la capacidad y el deseo de superarse.

“Mi compromiso, al regresar, será transmitir a mis hermanos salvadoreños todo el conocimiento y todas las lecciones de vida que yo voy aprender en Japón y ser parte del proceso productivo de este país y hacerlo crecer, a lo mejor mediante alguna empresa”, dijo Edwin Montenegro.

René Villela se propone representar dignamente a los jóvenes de El Salvador, para que el gobierno de Japón ve que hay gente talentosa y destacada y, que con el tiempo pueda aumentar este tipo de oportunidades para muchos más estudiantes.

  “Después de mi graduación, mi compromiso es ayudar a cultivar esa área de la ciencia que está tan descuidada y seguir el ejemplo de Japón, de compartir educación de primer mundo con gente que vive estancada en el tercer mundo, es decir ser un representante de esa misión aquí en el país”, expresó.

Por su parte Carlos Shonenberg, considera que el compromiso más grande es “llevar ese buen mensaje a los jóvenes salvadoreños que aspiran a una educación superior, y a lo mejor no tienen los recursos económicos para hacerlo”.   

Al volver al país también proyecta crear una empresa para cosechar el fruto de su esfuerzo o formar parte de las decisiones que se tomen en el futuro, a nivel político.

El embajador de Japón, Masataka Tarahara, pidió a los becarios convertirse en un puente entre los dos países y aprovechar muy bien los conocimientos, porque serán una gran fortuna para ellos. 

Más beneficiados

A la fecha han sido beneficiados 79 jóvenes en diferentes especialidades desde 1995 cuando se creó el programa de becas de Japón para estudiantes salvadoreños.