Raúl Castro rechaza que existan presos políticos en Cuba

El dictador cubano Raúl Castro se ofuscó cuando los medios le preguntaron por la represión a los opositores

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elsalvador.com

Por Agencias Internacionales

2016-03-21 9:08:00

CUBA. Ayer, el dictador cubano Raúl Castro desmintió en tono desafiante  que la isla tenga prisioneros políticos en una conferencia de prensa con el presidente de EE.UU., Barack Obama, al término del encuentro histórico que sostuvieron en La Habana.

Castro, quien dejó ver su molestia por la pregunta hecha por el periodista de CNN, Jim Acosta, y dando a entender que en la isla no hay presos políticos, respondió con un reto: “dame la lista ahora mismo de los presos políticos para soltarlos. Menciónala ahora, ¿qué presos políticos? 

Dime el nombre, o los nombres. O cuando concluya la reunión me da una lista con los presos. Y si hay esos presos políticos, antes de que llegue la noche van a estar sueltos”.

Sus palabras implicaron que tal lista no podía existir. Sin embargo, la Fundación Nacional Cubano Americana publicó la nómina de 47 presos políticos. Luego de las palabras del dictador, la difundió en su sitio web.

“Como lo solicitó el presidente de Cuba, Raúl Castro, la Fundación Nacional Cubano Americana proporciona la lista de 47 casos verificados de prisioneros políticos. Esperamos que estos presos políticos sean liberados antes de esta noche de manera incondicional”, se puede leer antes de la nómina.

La nómina incluye el nombre y apellido de los presos políticos, la cárcel en la que están recluidos, la sentencia y la fecha de encarcelamiento.

La Unión Patriótica de Cuba también actualizó al día de ayer, 21 de marzo de 2016, su listado de presos políticos. Todos los prisioneros que aparecen en esta nómina perteneces a la ONG.

Además de los listados de la Fundación Nacional Cubano Americana y de la UNPACU , hace años que la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN) confecciona una lista de las detenciones cotidianas, que retienen a las personas en instituciones policiales por un tiempo breve, y la publica mensualmente.

La estadística se llama “Informe de presos políticos” y su autor, Elizardo Sánchez Santa Cruz -quien la elabora con cuidado, al punto que si no logra verificar la naturaleza ideológica de la detención, no la incluye-, fue a su vez detenido por pocas horas a comienzos de marzo.

Además, tanto Human Rights Watch como Amnistía Internacional reconocen la existencia de presos políticos en Cuba, denuncian su existencia y presionan para su liberación.

El dirigente comunista fue interrogado al día siguiente de la detención por unas horas de decenas de opositores que protestaban contra el régimen horas antes de la llegada de Obama a Cuba.

La mayoría de detenidos pertenecía a las Damas de Blanco, una organización considerada ilegal por Cuba, que denuncia la existencia de presos políticos y ha cuestionado a Obama por sus “concesiones” al régimen de Castro sin que a cambio le exija respetar los derechos humanos.

Muy prudente, Obama afirmó en la misma conferencia de prensa que en la nueva relación que se propone llevar con La Habana está incluido el tema de derechos humanos, sobre los que aseguró “hay inquietud dentro de Cuba”.

Obama dijo que Estados Unidos no solo mantiene diferencias con Cuba en asuntos de derechos humanos sino también con países como China, Vietnam y Birmania.

Dijo que esos temas fueron planteados, en una conversación que el mandatario estadounidense caracterizó como difícil, y como requisito previo que se debían cumplir antes de avanzar en construir relaciones más estrechas entre ambos países.

Expresó que “es un nuevo día” para ambos países y se dijo convencido que el embargo de Estados Unidos a Cuba terminará un día, aunque consideró que eso también dependerá de si ambos países logran superar las diferencias en materia de derechos humanos.

“El embargo va a terminar. “¿Cuándo? No estoy completamente seguro”, dijo Obama, quien se convirtió en el primer presidente en casi 90 años en visitar Cuba, país con el que rompió relaciones tras el triunfo de la revolución en 1959.