Quebradas y río Grande llenan de tierra la laguna El Jocotal

Es un ecosistema lleno de vida, con peces, aves migratorias y árboles de mangle; pero los sedimentos la amenazan.

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Quebradas y río Grande azolvan El Jocotal

/ Foto Por elsalv

Por Roberto Alas

2016-03-21 3:30:00

El Jocotal, declarado Humedal de Importancia Internacional por la Convención Ramsar el 22 enero de 1999, se convirtió en el primero con ese reconocimiento para El Salvador; sin embargo, para los pescadores de las comunidades de la zona, la categoría podría desaparecer producto del azolvamiento de la laguna.

Además, hay contaminación por desechos sólidos y aguas residuales que lanzan las comunidades de influencia.

El presidente de la Cooperativa de Pescadores El Jocotal, Enrique Mendoza, explica que en anteriores ocasiones los guardarrecursos del Ministerio del Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) les han expresado que “el principal problema que tiene la laguna es el azolvamiento que arrastra el río Grande y las quebradas del volcán Chaparrastique”.

Mendoza recuerda que, en 2010, le dijo uno de los guardarrecursos del MARN que un grupo de estudiantes universitarios hizo mediciones de los sedimentos en la laguna, y en la zona donde entra el Río Grande había un azolvamiento que media un metro de altura. Pero “ahora son dos metros de azolvamiento y la profundidad (de la laguna) es de 26 centímetros”, aseguró.

El pescador Rudy López dice que es urgente la construcción de muros gaviones en la parte de las quebradas que bajan del volcán Chaparrastique y el dragado del Río Grande.

Para los que viven de la pesca son fundamentales esas obras, aunque el MARN no ha contemplado hacer ningún trabajo de ese tipo, advierte la directora de Ecosistemas y Vida Silvestre, Silvia Larios.

“Ese cuerpo de agua siempre se alimenta de agua lluvia, esa es una percepción de ellos; proyectos en el Río Grande no tenemos ni la construcción de gaviones”, explica.

El experto en humedales, Enrique Barraza, dice que los problemas de El Jocotal son diversos. Entre ellos mencionó el jacinto de agua, los desechos sólidos contaminantes que entran por el Río Grande y algunas quebradas del sector del volcán Chaparrastique. Añade que las actividades agrícolas también se han convertido en un inconveniente para la vida de la laguna, ya que el uso de agroquímicos fertilizantes y pesticidas llegan arrastrados por los causes de los ríos y quebradas.

“Los fertilizantes llevan nitrógeno, fósforo, que es el caldo de las microalgas (para que se reproduzcan)”, explica. 

En la laguna El Jocotal el agua es bien turbia, producto de las microalgas, dicen los pescadores.
El Humedal El Jocotal incluye otras áreas protegidas como la laguna San Juan, el cual es un pantano;el cual advierten los residentes se está secando.

Aunque el Humedal atraviesa por problemas, su biodiversidad es peculiar. 

Según Barraza, en época de lluvia a través del Río Grande llegan peces como el róbalo y lenguados.
También cuenta con las especies específicas de agua dulce: guajote rojo, guajote verde, tilapia, guajote común y, además, posee una gran variedad de chimbolos.

En el Jocotal, también, había almejas, pero debido a las inundaciones y el azolvamiento desapareció de la laguna. 

Hoy solo se encuentran esas almejas en Olomega.

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