Obama promete a disidentes que seguirá denunciando las violaciones en Cuba

“Se requiere mucha valentía para ser activista en Cuba”, les dijo el mandatario

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elsalvador.com

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2016-03-22 8:10:00

LA HABANA.  El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, finalizó ayer una visita histórica a Cuba, que consolidó la nueva era de relaciones con la isla y donde dejó mensajes y gestos a favor de la reconciliación, la apertura democrática y el respeto a los derechos humanos. 

En su último día en Cuba, Obama prometió ayer a los trece disidentes cubanos con los que se reunió en La Habana que seguirá denunciando “decididamente” las violaciones de derechos en Cuba, pero que continuar con la política de aislamiento dificultará cualquier cambio en la isla. 

El mandatario sostuvo una reunión con un grupo de activistas en la Embajada de Estados Unidos en La Habana.

“Me he reunido con varios disidentes, algunos que apoyaban nuestra política y otros que creían que recompensa o valida al Gobierno actual”, dijo Obama en una entrevista con la cadena de televisión estadounidense ESPN mientras asistía a un partido de béisbol en La Habana. 

“Les he explicado que seguiremos denunciando decididamente las cosas que consideramos importantes, pero que el aislamiento, en cierto modo, daba poder a aquellos que no querían ver cambios” en Cuba, añadió. 

Obama dijo que “un par” de los disidentes con los que se reunió ayer “habían estado ayer mismo en la cárcel y uno de ellos todavía tenía cortes, como consecuencia de las esposas” en sus muñecas. 

Pero aseguró que con la anterior política de aislamiento no podría haber hecho lo que hizo hoy, “hablar a toda la población cubana” en un discurso en La Habana “sobre el extraordinario éxito que han logrado los estadounidenses al tener libertad de expresión, de religión y la capacidad de empezar sus propios negocios”. 

“No tengo dudas de que eventualmente va a haber cambios” en Cuba, subrayó el mandatario. 

Señaló que algunos se muestran preocupados por tener la posibilidad de expresarse libremente o seguir una fe de manera libre y les dijo: “se requiere, en la mayoría de los casos, tener una enorme valentía para participar activamente en la vida cívica de Cuba”.

En el grupo que se entrevistó con Obama, estaban la periodista Miriam Celaya, la abogada Laritza Diversent y los activistas Manuel Cuesta, José Daniel Ferrer,  Guillermo Fariñas, Nelson Alvarez Matute,  Miriam Leiva Viamonte y Elizardo Sánchez. 

También estuvieron la líder de las Damas de Blanco, Berta Soler, y Antonio Rodiles, del grupo conocido como Estado de Sats, que han criticado la decisión de Obama de avanzar en la normalización de relaciones con Cuba.

Dagoberto Valdés, activista católico y exdirector de la revista Vitral, dijo que ue ambos le exigieron a Obama poner condiciones a Cuba antes de un posible levantamiento del embargo.

Mientras, el mandatario explicó que la política de Estados Unidos hacia Cuba es hablar con las personas directamente y que espera que luego de “escuchar” a la gente de Cuba, la política estadounidense los ayude a “vivir libres y a ser prósperos”.

Explicó que el objetivo de Estados Unidos es que, como consecuencia del restablecimiento de las relaciones y la relajación de restricciones a Cuba, empiece a haber “más pequeños negocios en la isla, más viajeros estadounidenses” y un aumento de las remesas para los cubanos. 

“Creando esos espacios de oportunidad y esperanza, con el tiempo empezará a haber cambios, y la gente ya no pensará que tiene que irse a Miami, sino que puede quedarse en Cuba”, apuntó. 

“Mi esperanza es que cada vez que pueda volver (a Cuba) veamos más libertad y prosperidad en la isla y que los lazos entre nuestros dos pueblos sean cada vez más fuertes con el tiempo”, agregó. 

Obama explicó que sus hijas, Malia y Sasha, tuvieron la oportunidad de hablar con los nietos del dictador  durante la visita y que confía en que “las próximas generaciones (de estadounidenses y cubanos) no retengan algunas de las cicatrices del pasado”. 

El mandatario vio el partido amistoso de béisbol entre la selección de Cuba y los Rays de Tampa Bay junto a la viuda de un pelotero afroamericano, Jackie Robinson, que en 1947 se entrenó junto a su equipo en La Habana antes de “romper las barreras raciales” del deporte en EE.UU. 

Obama presentó a la viuda de Robinson, Rachel, al presidente Castro, al inicio del partido en el Estadio Latinoamericano de La Habana. 

“Creo que (Jackie) estaría emocionado de que tengamos a un presidente afroamericano en EE.UU.”, dijo Rachel Robinson, de 90 años, en una entrevista con ESPN. 

Obama cerró así su primera visita oficial a Cuba,  y su par Raúl Castro fue a despedirlo a él y a su familia al aeropuerto de La Habana. Al cierre de esta edición, el mandatario viaja rumbo a la Argentina para ver al presidente Mauricio Macri.