Fue Kim Kardashian quien primero popularizó el ‘contouring’, un juego de luces y sombras que esculpe el rostro. Luego con Kendall Jenner llegó con el ‘strobing’ para iluminarlo y después la bloguera Heidi Hamoud con sus tutoriales se encargó de poner en la palestra al ‘baking’, que elimina las imperfecciones.
Si bien las tres técnicas han cobrado relevancia, lo cierto es que no se trata de algo nuevo, según comentó la maquillista Claudia Di Paolo a la revista Telva. Y agregó que el llamado ‘baking’ se remonta hasta los egipcios.
Como sea, los resultados han convencido y ahora muchas féminas, famosas o no, recurren a esos trucos para lucir impecables en cualquier ocasión. ¿Pero sabes bien en qué consiste cada uno de ellos? Si no, aquí te decimos en qué consisten y quizá hasta te animes a probarlas en tu próximo maquillaje.
Contouring
Esta técnica juega con los tonos oscuros e iluminadores para potenciar al máximo la forma natural del rostro o incluso para cambiar las facciones a base de maquillaje. Es decir que con estos trucos puedes estrechar la nariz, elevar tus pómulos o alargar caras redondas. Su objetivo final es equilibrar los rasgos suavizando unos y potenciando otros.
Si tienes cara alargada aplica la base de maquillaje en la frente y el mentón y para el resto del rostro, aplica un suave polvo bronceador. Conseguirás así, redondear tu rostro.
Si tu rostro es rectangular marca la parte de la sien y luego marca con una base oscura la mandíbula.
En el caso de la cara redonda lo importante es conseguir que se vea más ovalada, para ello tendrás que oscurecer sus contornos e iluminar el resto del rostro. Debes contornear desde las sienes hasta la mandíbula inferior, como si quisieras dibujar un óvalo. Es muy importante que luego difumines bien para que no te quede el corte entre ambas bases, ya que la transición debe ser progresiva.
Strobing
Esta técnica consiste en acentuar los puntos de luz del rostro y no las zonas más oscuras como se hace con el contouring.
Esto se consigue con la ayuda del corrector y el iluminador a fin de conseguir una piel luminosa y barnizada, resaltando facciones como el arco de cupido sobre los labios, la frente en la zona alta de las sienes, la parte superior de los pómulos y la barbilla.
Aquí debes olvidarte del contorno para marcar la profundidad. Conseguirás mejores resultados si usas iluminadores con brillo, pero al aplicarlo cuida que este se vea natural y no pesado.
Para crear el maquillaje puedes usar los dedos o bien una brocha de lengua de gato con movimientos hacia abajo hasta difuminar bien el producto. Las esponjas o las brochas pesadas no funcionan.
Es importante destacar que para conseguir ese efecto perfecto es necesario seguir una rígurosa rutina diaria de cuidado de la piel, además de productos como sérums, boosters, aceites nutritivos y geles que hidratan y nutren la piel, dándole una luminosidad natural.
Baking
El efecto ‘horneado’ es una técnica prestada del teatro que consiste en aplicar una capa de polvos traslúcidos, después de la base y el corrector, en la zona del contorno de los ojos y otras áreas donde se necesite corregir imperfecciones como manchas, poros dilatados y líneas de expresión.
Para conseguir óptimos resultados, debes dejar que esta técnica actúe en tu piel entre 10 y 30 minutos.
Los pasos para el baking son los siguientes:
1. Aplica base como lo haces normalmente.
2. Después pon corrector bajo tus ojos y difumínalo muy bien hasta que quede perfectamente integrado.
3. Sobre el corrector, aplica una gruesa capa de polvos traslúcidos y déjala actuar por 10 minutos. El calor de tu piel hará que los polvos y el corrector se integren haciendo las veces de ‘relleno’ que cubrirá las imperfecciones del rostro.
4. Con polvos del tono de tu piel, difumina muy bien el resto de maquillaje.