Los salvadoreños cerraron ayer la Semana Santa en el país con la celebración de la misa de Resurrección, con la que también inician el tiempo de espera de la fiesta de Pentecostés.
En el Pentecostés los apóstoles de Cristo recibieron el Espíritu Santo, cumpliéndose así la promesa que les hiciera su maestro.
En las distintas parroquias del país se celebró la misa de la Resurrección para celebrar la victoria de Cristo sobre la muerte, después de haber sido crucificado.
En varios barrios y colonias, los feligreses católicos amanecieron en sus iglesias iniciando el día quemando pólvora.
En la Santa Biblia, en el Libro de Hechos, se narra ese grandioso día: “Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos juntos en un mismo lugar. De repente vino del cielo un ruido como el de una ráfaga de viento impetuoso que llenó toda la casa donde estaban sentados, y se les aparecieron lenguas como de fuego que, repartiéndose, se posaron sobre cada uno de ellos”.
Luego prosigue que: “Todos fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba habilidad para expresarse. Y había judíos que moraban en Jerusalén, hombres piadosos, procedentes de todas las naciones bajo el cielo. Y al ocurrir este estruendo la multitud se juntó; y estaban desconcertados porque cada uno los oía hablar en su propia lengua”, dice la Sagrada Escritura.
Domingo importante
En la Catedral Metropolitana de San Salvador, cientos de feligreses acudieron para cerrar la Semana Santa.
El Arzobispo capitalino, monseñor José Luis Escobar Alas, manifestó que el Domingo de Resurrección es el más importante del año en la vida católica.
“Jesús vino a salvarnos con su muerte”, fue parte de las reflexiones que el arzobispo dirigió a los asistentes.
Agregó que la Navidad y la Pascua son celebraciones que hacen referencia al paso de la muerte a la vida, de la esclavitud a la libertad y del pecado a la gracia.
“Este domingo es el domingo por excelencia porque conmemora el misterio de la resurrección de Cristo”, agregó en su mensaje en el que también recordó el pasaje de la Biblia cuando María Magdalena va al sepulcro a embalsamar el cuerpo de Cristo, pero lo encontró vacío.
El Domingo de Resurrección es la fiesta principal del cristianismo y pone fin a la conmemoración de la Semana Santa, periodo en el que la feligresía recuerda la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo.
Escobar Alas, dijo que el hecho de que en el sepulcro se haya encontrado el sudario de Cristo, confirma que resucitó y venció a la muerte.
“El vivir en la gracia implica dar el paso, dejar aquellas actitudes que son propias del hombre viejo. Como dice San Pablo, la injusticia, el robo, la maldad, la prepotencia, el orgullo, la humillación y todas las demás cosas que lesionan la amistad con Dios y la convivencia entre nosotros”, dijo en su sermón Escobar Alas durante la misa.
Tras la Semana Mayor sigue el periodo de 50 días llamado Tiempo Pascual que termina con el Domingo de Pentecostés.