Entre el 1 y el 27 de marzo, la Policía Nacional Civil registró 572 homicidios en el país, lo que equivale a un promedio de 21 casos por día, informó ayer el director de la corporación, Howard Cotto.
Aunque en reiteradas ocasiones las autoridades han dicho que la mayoría de personas ultimadas en el país son integrantes de pandillas o tienen nexos con estos grupos, este mes fueron asesinadas muchas personas honradas.
Entre las víctimas de estas muertes violentas están 10 empleados de una empresa distribuidora de energía eléctrica, quienes fueron ultimados en un cantón de San Juan Opico, La Libertad.
En el mismo hecho, un agricultor fue asesinado porque involuntariamente habría sido testigo de la masacre.
Días después, un grupo de pandilleros también mató a un paracaidista y miembro del Comando de Fuerzas Especiales de la Fuerza Armada junto a tres familiares. El ataque fue en una finca de Olocuilta, en La Paz.
En Ilobasco, Cabañas, el presidente de una Asociación Comunitaria fue asesinado junto de dos hijos mientras elaboraban tejas de barro.
En la mayoría de casos la autoridades no han arrestado a los delincuentes.
Según Cotto, en los últimos nueve días, durante las vacaciones de Semana Santa, fueron registrados 173 homicidios, 17 más que en el mismo periodo de 2015.
Los días más violentos fueron el lunes 21 y el jueves 24 de marzo: hubo 28 y 25 homicidios respectivamente.
Cotto informó que la mayoría de personas ultimadas eran pandilleros, quienes habrían sido ultimadas por integrantes de los mismos grupos.
Además, 20 pandilleros perdieron la vida en 18 enfrentamientos con policías y militares. Seis de ellos perecieron entre el jueves y el viernes en San Luis Talpa, Ilobasco y Caluco.
Durante la Semana Santa fueron decomisadas 92 armas de fuego, entre ellas había 10 fusiles, informó el director policial.