Violencia se extiende a todos los municipios

Cada año el número de municipios sin homicidios en el país se va reduciendo. En el 2014 se contabilizaron 23, el año pasado hubo tan solo 11 poblados sin asesinatos.

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Joven asesinado mientras hacía una alfombra en esta Semana Santa en San Salvador. En los últimos dos años, la violencia se ha extendido a los 262 municipios del país.

/ Foto Por elsalv

Por David Marroquín

2016-03-30 6:24:00

En El Salvador no hay un solo municipio que no haya sido golpeado por la violencia criminal en los últimos dos años,  en especial la que provocan las pandillas.

Los números de la Fiscalía General, dan cuenta que la cifra de municipios en los que no se han registrado al menos un homicidio en el transcurso de un año, se han ido reduciendo.

 Por ejemplo, el año pasado, solo 11 municipios no tuvieron asesinatos en sus jurisdicciones y un año antes, en el 2014, los poblados que no reportaron homicidios ascendieron a 23 ciudades.

Lo curioso es que las poblaciones que no registraron hechos de violencia en el 2014, no son las mismas que las que estuvieron libres de criminalidad en el 2015. Es decir, los municipios que no tuvieron asesinatos en el 2015, registraron al menos un crimen en el 2014.

Eso significa que ninguno de los 262 municipios que componen el territorio salvadoreño se ha escapado de la violencia, contrario a lo que pasaba hace algunos años en los que no menos de 80 municipios no registraban ni un tan solo homicidio por más de una década.

El 22 de junio pasado,  el presidente Salvador Sánchez Cerén,  aprovechando un evento público, aseguró que solo en 50 municipios se tenía problemas de inseguridad, pero que en el resto, la gente vivía en relativa tranquilidad.

“Son 50 municipios (en los) que tenemos dificultades pero los medios retratan una cultura de violencia en todo  el país”, dijo Sánchez Cerén en esa oportunidad.

Esas declaraciones del mandatario le generaron serias críticas entre la opinión pública, puesto que las emitió en momentos en los que la violencia causaba hasta 24 homicidios por día, en promedio.

Además, los grupos ilegales como las pandillas incrementaron sus ataques contra las fuerzas policiales y militares; recrudecieron los asesinatos de agentes y soldados, cuando estos gozaban de licencia. 

Violencia se extiende a todos los municipios 

Cifras proporcionadas por la Fiscalía, a través de su Oficina de Acceso a la Información Pública, detallan que el año pasado hubo 28 municipios en los que ocurrió un asesinato en cada de los mismos, pero esa diferencia se  redujo con respecto al 2014,  en el que se contabilizaron 41 municipios con un solo crimen.

Los poblados en los que se produjeron dos asesinatos en el 2015, alcanzan los 17, pero en el 2014; se contabilizaron 27 municipios con dos asesinatos anuales.

Chalatenango, Santa Ana, La Paz, San Vicente y Morazán; son los únicos departamentos que tuvieron municipios sin homicidios, durante el año pasado. Sin embargo, en 2014 hubo ocho departamentos con municipios sin crímenes.

Los poblados que no registraron homicidios en el 2015 son San Antonio Pajonal, Santiago de La Frontera, La Laguna, San Francisco Lempa, San Francisco Morazán, San Miguel de Mercedes, San Antonio Masahuat, Nuevo Tepetitán, Gualococti, San Isidro y Sensembra.

Sin embargo, estos municipios reportaron al menos un asesinato en 2014.

Las poblaciones que en  2014 estuvieron libres de asesinatos son  Masahuat, Texistepeque, Azacualpa, Comalapa, Las Vueltas, Nueva Trinidad y San Antonio Los Ranchos.

Además Cinquera, Santo Domingo, California, Sesori, Chilanga, El Divisadero, Jocoatique, Joateca, Meanguera, Meanguera del Golfo, Osicala, Perquín, San Fernando, Yamabal, San José La Fuente y Concepción de Oriente.

El caso de Meanguera es atípico, porque en 2014 no registró ni un solo homicidio, pero en 2015, la violencia se disparó y causó la muerte de 15 personas.

Otros de los municipios en los que en 2014 no hubo asesinatos fue Sesori,  en San Miguel y San Fernando,  en Morazán, pero el año pasado tuvo que sufrir los crímenes de seis personas. Chilanga y Jocoatique, siempre en Morazán, tampoco tuvieron homicidios en el 2014, pero en el 2015 se registraron cinco asesinatos en cada uno.

Solo en 48 de los 262 municipios, los asesinatos disminuyeron el año pasado, con relación al 2014; mientras que en el resto de pueblos, los crímenes aumentaron.

Contrario a los municipios en los que hubo menos criminalidad durante 2015, las diez poblaciones más violentas durante el año pasado  las  encabeza San Salvador, la ciudad capital, en la que se registraron 514 asesinatos; Soyapango fue escenario de 226 crímenes; mientras que Apopa tuvo uno menos, es decir, 225.

San Miguel reportó 210 crímenes y Ciudad Delgado que fue la ciudad símbolo del plan “El Salvador Seguro”, contabilizó 178 asesinatos.  Santa Ana cerró con 173 muertes violentas  y Mejicanos terminó con 171.

Otros de los municipios que experimentaron elevados niveles de violencia durante el 2015,  fueron San Pedro Perulapán, en el que se cometieron 143 homicidios, San Martín con 130  y Usulután que registró 120 crímenes.

Fuentes de la Policía aseguraron que la expansión de la violencia hacia poblados que antes eran pacíficos es una clara muestra que las pandillas se han extendido hacia esas zonas como forma de ganar terreno que les permita presionar en algún momento al Gobierno, para negociar privilegios que perdieron después de la tregua.

Además, las pandillas quieren tener influencia en las decisiones de las comunidades y es por eso que se han incrementado los asesinatos de personas de la tercera edad,  que son dirigentes comunales y quienes se han opuesto a la presencia de maras.