Por quinto año consecutivo el sector agrícola vuelve a enfrentarse a un panorama incierto para la producción local, la perspectiva climática emitida por el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN), para este año vuelve a ser desalentadora para los agricultores.
La cartera de Estado emitió recientemente un informe advirtiendo que el fenómeno de El Niño se mantendrá fuerte durante estos primeros meses y, además, hay una alta probabilidad de desarrollo del fenómeno de La Niña a finales del año.
De acuerdo con el MARN, el fenómeno de El Niño que comenzó a afectar desde el 2015, se mantendrá latente durante los meses de marzo, abril y mayo de 2016, y comenzará a debilitarse y entrar a una etapa neutra a partir de junio de este mismo año.
Sin embargo, aunque este fenómeno se debilite en esa época, los modelos meteorológicos indican que las lluvias de mayo a agosto serían deficitarias, con algunas sequías, hasta abajo de lo normal especialmente durante el mes de junio.
“El mes de junio será el más crítico, con probabilidad de sequía a partir de la segunda quincena del mes y anomalías de lluvia de 50 a 100 mm. Esto podría generar déficit ligeros de humedad principalmente en el litoral costero oriental y por tanto algunos problemas en cultivos de la zona”, advirtió el MARN a través de un comunicado de prensa.
El temor de los productores es que la primera siembra de maíz deben iniciarla durante los primeros días de junio, según lo explicó el presidente de la Asociación Cámara Salvadoreña de Pequeños y Medianos Productores Agropecuarios (Campo), Luis Treminio.
“Este año va a ser complicado para el sector, porque solo para sembrar maíz se debe esperar los primeros días de junio y luego los agricultores deben esperar que se tenga un clima favorable por 70 días para que las plantaciones se desarrollen con normalidad”, indicó Treminio.
Sin embargo, la preocupación no termina para este sector. Este año las plantaciones no solo se verán afectadas por la calidez de las aguas del Océano Pacífico, sino que también se tiene previsto que el fenómeno de “La Niña” pueda gestarse durante agosto y septiembre próximo.
En El Salvador “El Niño” significa ausencia o poca lluvia y “La Niña” lluvias abundantes. Lo que significa que el país podría pasar de la sequía del Niño a las lluvias de la Niña.
De acuerdo con la Administración Nacional de Océanos y Atmósfera (NOAA, en inglés) y del Instituto Internacional de Investigación de los Estados Unidos de América (IRI) se incrementa la probabilidad de que el fenómeno de La Niña se desarrolle durante los meses de septiembre, octubre, noviembre, lo que traería mayor cantidad de precipitaciones al final de la estación lluviosa.
Esto pondría en jaque al sector agrícola, ya que por un lado deben esperar que sus cosechas no se pierdan por la falta de humedad en el suelo los primeros meses y, posteriormente, deben confiar en que las lluvias severas no causaran estragos en sus cultivos.
“Con la falta de agua las plantas se secan y con el exceso de lluvia se desarrollan plagas y esto acaba con las plantas”, agregó Treminio.
Aunque el representante del sector agrícola aun no se atreve a detallar los porcentajes de pérdida en granos básicos que podría experimentar el sector agrícola este año, afirma que “la pérdida podría ser peor” que la de los años anteriores. “Si el comportamiento del clima es tal como lo ha dicho el Ministerio de Medio Ambiente, casi no vamos a tener cosecha y sumaríamos cinco años ya con pérdidas”, lamentó.
El presidente de Campo señaló que a esta altura del año aún no perciben que el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) se este movilizando para que la producción de alimentos no se vea afectada nuevamente.
Pese a que el titular de Agricultura y Ganadería, Orestes Ortez, reconoció a finales de enero, que para la primera cosecha de este año solo un 60 % del territorio podría tener condiciones favorables para sembrar, los agricultores se quejan de que no se les estén dando alternativas para no padecer de hambre.
El titular de Agricultura refirió en esa fecha que si no hay lluvia en el corredor seco, no se debe botar el recurso (refiriéndose a no sembrar semilla si no se tienen los 700 milímetros de humedad que requiere el maíz).
Sin embargo, los representantes del sector productivo han señalado que la situación no es tan fácil para los productores, ya que quienes habitan en el 40 % del territorio que no tenga las condiciones para cultivar deberán esperar hasta la cosecha postrera.