Tres días después de que el presidente Salvador Sánchez Cerén llamara “terrorista mediático” al presidente de la ANEP, el secretario de Comunicaciones de la Presidencia, Eugenio Chicas, hizo lo propio contra los medios de comunicación que publicaron campos pagados, en los que se advierte del riesgo en que están los ahorros de los cotizantes por un nuevo plan de pensiones que estructura el gobierno.
Pese a que se trata de publicidad pagada, Chicas tildó de “terrorismo mediático” el hecho de que tres periódicos publicaran las llamadas “portadas falsas” que fueron pagadas por la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP).
En esa publicidad se cuestiona al gobierno por sus pretensiones de cambiar las reglas y echar mano de los ahorros de los trabajadores.
En reacción a esa publicidad pagada por la ANEP, el presidente Sánchez Cerén dijo el sábado en un acto público en San Miguel, que Jorge Daboub, el presidente de la gremial, es un “terrorista mediático” y un “escopetero”.
Hoy Chicas se sumó a la defensa gubernamental pero atacando a los medios por publicar dicho campo pagado, ya que, a su juicio, eso “transgredió las normas éticas” del periodismo.
Según dijo, eso es “preocupante” porque significa un retroceso, ya que es algo que no se veía desde el tiempo de la guerra.
La defensa del gobierno
El gobierno, a través del presidente Sánchez Cerén y del secretario Roberto Lorenzana, han negado que se intente robar esos ahorros por medio del plan que están trabajando y del que solo se conocen algunas aspectos como el que metería en una sola bolsa los ahorros de todos los cotizantes, es decir, del sistema privado y público, y pagar una pensión universal.
El gobierno ha venido echando mano de los ahorros de los cotizantes del sistema privado para pagarle a los pensionados del sistema público obligando a las AFP a comprarle los Certificados de Inversión Previsional (CIP).
Son más de $6 mil millones los que ha usado de ese fondo el gobierno, por el que a cambio paga un bajísimo interés a los cotizantes de las AFP, pero sí paga un alto interés (entre el 6 y 7 por ciento) a inversionistas extranjeros.