ISLA DE BORNEO. Este es una escena que rompe el corazón: un pequeño bebé orangután se aferra desesperadamente a su madre momentos después de que ella había sido tranquilizada por equipos de rescate.
Mirando a la cámara, con una emoción similar a la humana, el mono bebé actúa igual que un niño y abraza a su madre.
Ambos estaban demacrados y a punto de morir de hambre. Aquí los huesos de las piernas y cadera de la madre son claramente visibles.
Este par de orangutanes desnutridos fue rescatado a finales de enero de una plantación en Borneo después de su hábitat natural fue destruido por los incendios forestales. Según los rescatistas, madre e hijo han pasado meses sin probar bocado.
Las imágenes muestran que la madre está delgada por falta de alimentos, los huesos de las piernas y las caderas son claramente visibles.
Según los recatistas, a pesar de que se muere de hambre, la orangután era tan feroz que no permitía que las personas se acercaran a su bebé, por lo que debieron usar tres dardos tranquilizantes. Ella cayó sin problemas en unas redes.
Ayu Budi Handayani, un veterinario de Rescate Internacional de Animales (IAR, siglas en inglés), dijo: “es sorprendente que, a pesar de que ella está tan delgada y débil, todavía estaba decidida a proteger a su bebé”.
“Ella ha sufrido el trauma de huir de los incendios y la pérdida de todas las fuentes de alimento y refugio, y luego tuvo que lidiar con los dardos anestésicos y estar atrapada en una red”, reflexiona Handayani.
Tras ser rescatados, a finales de enero, ambos fueron transportados a un refugio de animales en Ketapang.
El IAR ahora protege a la madre, llamada Mama Nam, y al bebé Nam.
Según informaron, su edad es de unos 20 años, desde que ella es atendida, produce leche para el bébe, que tiene unos dos o tres años.