A juicio del Director del Programa Regional para Centroamérica sobre Seguridad Pública y Participación Ciudadana del National Democratic Institute (NDI), Eduardo Núñez, “en una sociedad como la salvadoreña, la falta de seguridad lesiona la convicción, la confianza y el apoyo que los ciudadanos le dan a la democracia”.
Nuñez afirmó que “cuando los ciudadanos no ven respuestas institucionales, hay un desencanto que lleva a buscar alternativas fuera de la institucionalidad, a aceptar sacrificar libertad por mayores resultados o a decantarse por propuestas inmediatas y populistas”.
El analista advirtió que si este desencanto persiste pueden existir grupos sociales que busquen brindar justicia y seguridad por sus propias manos y terminen “suplantando funciones del Estado”.
Nuñez, quien es ponente de la Escuela Centroamericana de Gobierno y Democracia, afirmó que por sus índices de violencia, El Salvador no es ajeno al riesgo de que sus instituciones democráticas pierdan sostenibilidad y credibilidad. “La democracia no depende solo de los partidos, sino de su desempeño al resolver necesidades”, apuntó.