A pesar de la solidez del sistema político y electoral presente en el país de acuerdo al Índice de Democracia, elaborado por The Economist, para el analista político y director del Departamento de Estudios Políticos de Fusades, Luis Mario Rodríguez, “la frontera entre considerar a El Salvador una democracia con fallas o un régimen híbrido es muy tenue”.
Rodríguez se refiere a la clasificación que la revista británica hace de los países, los cuales, de acuerdo a los resultados obtenidos en el índice, pueden ser “democracias totales”, “democracias con fallas”, “regímenes híbridos” o “sistemas autoritarios”.
De acuerdo al índice, El Salvador mantiene un régimen democrático, pero con fallas, y uno de los puntos más destacados a favor del país es la solidez de su sistema de partidos políticos.
Rodríguez afirma que si bien es cierto el sistema político y electoral del país sobresale en comparación al resto de Centroamérica, existen grandes retos que superar para que, dentro de la democracia salvadoreña, el ciudadano no solo acceda a elecciones libres, sino también justas.
La justicia electoral implica, según el analista, tener eventos electorales equitativos y transparentes, especialmente en lo que respecta al financiamiento de partidos políticos, sobre lo cual recuerda que hay una sentencia de la Sala de lo Constitucional pendiente de ser cumplida.
Además, señala que en el país hay grandes deudas en materia de justicia electoral, pues los encargados de aplicarla siguen teniendo vínculos con los diferentes partidos políticos.
“Si no hay una efectiva forma de transparentar las finanzas de los partidos y la certeza de que los organismos electorales son competentes e imparciales, no podemos considerar que tenemos elecciones íntegras en el país”, señala.
De acuerdo al informe, El Salvador muestra resultados deficientes en el pilar de gestión pública. A juicio de Rodríguez, se debe prestar atención a los niveles de insatisfacción con el Gobierno, pues ante la falta de resultados, la ciudadanía se desencanta con los mecanismos institucionalizados de resolución de conflictos y tiende a favorecer soluciones inmediatas pero poco sostenibles, como es el caso de los populismos.
Según Luis Mario Rodríguez, para fortalecer su democracia, el país precisa encontrar consensos en reforma política, combate a la violencia y crecimiento económico.