Pregunta: No sé cómo hacer para motivar a mi esposo a que haga ejercicios. Lo encuentro atractivo, pero me preocupa su salud en el futuro y admito que también quiero sentirme atraída hacia él físicamente a medida que envejecemos.
Cada tanto, a lo largo de nuestro matrimonio se ha mostrado dispuesto a hacer gimnasia, incluso se entrenó para correr un maratón, pero su cuerpo no parece cambiar demasiado. Lo he alentado y lo he empujado a probar distintas rutinas, pero se enoja cuando le digo algo.
Me encantaría que se entusiasmara con la dieta y el ejercicio simplemente porque él quiere que yo me sienta más atraída por él. Valoraré mucho su consejo. Sé que probablemente soy superficial y también necesito cambiar, ¿pero hay alguna manera de motivar a otro a que también cambie?
Respuesta: Hay algunas maneras en las que puede motivar a su cónyuge a adelgazar, pero antes de intentarlas debe dar un paso atrás y analizar la historia que estás contando a usted misma sobre el peso de su marido. En ella hay sin duda una lección para usted.
(Cada vez que algo referido a otro nos molesta, es un signo de que también nosotros debemos cambiar.) Da la sensación que creó una historia según la cual: “Sólo seré feliz si mi marido baja de peso”, lo cual significa que será desdichada si no lo hace.
Creó una historia que vincula su felicidad a un resultado. Eso es un problema. Una de las cosas más contundentes que dijo Buda es, “Tu resistencia es lo que causa tu sufrimiento”.
Esto significa que si deseamos que las cosas sean de otra manera, estamos creando una desdicha opcional que no tiene por qué existir. Esto es cierto, dado que todo lo que experimentamos no es más que perspectiva.
Ninguna situación significa nada (ni tiene el poder de afectar cómo sentimos) hasta que le damos ese poder. La realidad es objetiva. Es lo que es y no significa ni hace nada. Su marido tiene genes que lo convierten en una persona más corpulenta. Esa es la realidad objetiva. Esta situación no puede hacerla desdichada ahora ni en el futuro.
Lo que determina cómo se siente es la historia que ha creado en torno de esa situación. Usted creó una historia según la cual sólo puede sentirse atraída hacia una persona más delgada y si su marido no hace ejercicio y adelgaza usted no se sentirá atraída y por ende feliz, pero eso no necesariamente es cierto.
Que usted sea o no feliz (en determinado momento) es una cuestión de decisión y de focalización en ese momento. Poco tiene que ver con su situación. Sabemos que es así, porque en cada momento de su vida usted tendrá razones para sentirse desdichada y razones para estar feliz.
Tendrá cosas que no le gustarán y tendrá cosas por las que estará agradecida. Habrá personas que estarán peor que usted y otras que estarán mejor. Estas condiciones existirán siempre en todo momento. Es la naturaleza de la vida.
La pregunta es ¿qué historia se está contando en este momento? ¿Se está contando una historia de víctima por lo mal que lo está pasando? ¿Se está contando una historia de miedo sobre lo terrible que puede ser el futuro? ¿Se está contando una historia de lástima por lo inadaptada que se siente? Será mucho más feliz si vive en el presente objetivo, si deja de crear historias de infelicidad y se concentra en lo que está bien en su vida.
Deje de preocuparse por lo que sentirá hacia su esposo en el futuro. Elija sentirse bien con su vida en este momento. Mire las cosas que están bien en su vida y su matrimonio y concéntrese en ellas. Cree una historia sobre lo maravilloso que es estar casada con una persona que tiene las buenas cualidades de su esposo.
Si todavía tiene dificultades para controlar su mentalidad, le pido encarecidamente que busque un terapeuta o un coach que pueda ayudarla. Si quiere tener un matrimonio y una intimidad mejor, puedo decirle exactamente cómo generarlos ya mismo. Aliente a su esposo y dígale constantemente lo increíble y maravilloso que es. Nunca le haga sentir que la decepciona en ningún nivel.
Cuanto más admirado, respetado, valorado y deseado lo haga sentir, más la amará y la adorará. Esa clase de conducta cariñosa es la que generará una felicidad verdadera, una conexión y una buena intimidad –mucho más que adelgazar. Si realmente le preocupa la salud de su esposo y siente que debe hablar con él sobre su peso, cuide que sea un diálogo motivado por el amor, no motivado por el miedo.
Si lo aborda porque teme no sentirse atraída por él cuando sea más viejo, está teniendo miedo. El miedo es egoísmo (tiene que ver con usted) y su esposo lo sentirá e inmediatamente sentirá la necesidad de protegerse. El miedo alimenta el miedo y el egoísmo. No se puede acercar a su esposo desde ese lugar y esperar un buen resultado. Si se acerca a él porque quiere que sea saludable, fuerte y feliz, y la impulsa solamente el amor, él lo sentirá y el diálogo fluirá mejor.
Dedique primero mucho tiempo a valorizarlo y decirle lo maravilloso que es. Los diálogos de este tipo desatan el miedo más profundo en cada uno –el miedo al fracaso de no ser lo bastante bueno. Necesitará mucha validación para seguir su consejo.
En lugar de hablar, haga preguntas y escuche. Descubra qué quiere él, cuáles son sus miedos y preocupaciones y qué clase de apoyo quiere. Independientemente de lo que él diga, no deje que se entrometan sus propios miedos. No tiene nada que temer. Pregúntele cómo puede ayudarlo a ser más saludable para que ambos puedan llevar una maravillosa vida juntos.
Conviértase en su apoyo y en la persona que le da ánimo, no en su crítica ni su terapeuta. Luego, si trata de realizar cambios, cuide de mencionar todo lo que está haciendo bien y bríndele un gran aliento positivo en todo momento.
Elogie sobre todo cómo es, su dedicación y su fortaleza –no solamente su apariencia. Y lo que es más importante, decídase a ser feliz y a estar agradecida por lo que está bien en su vida en todo momento. Es el verdadero secreto de la felicidad. Usted puede hacerlo.