El monte Koya esconde un refugio único alejado de la bulliciosa vida moderna de Japón. Fundado como destino de peregrinación cumple 1.200 años, y cada vez más turistas se acercan a este paraje natural en busca de una experiencia nueva.
Situado a 800 metros de altura en los selváticos montes Kii, en cuyo territorio también se encuentran la insigne ruta del Kumano Kodo, Koyasan es un lugar en el que el ritmo de vida lo marcan los monjes con sus rezos.
El lugar fue declarado Patrimonio de la Humanidad de la Unesco hace más de 10 años, y recibe la visita de unos 15 millones de personas anualmente, que viajan durante horas para llegar a este paraje fuera del alcance de los sofisticados trenes bala nipones.
Uno de los aspectos más atrayentes de esta recóndita montaña es que los turistas pueden pernoctar en uno de los 52 templos budistas -de los 117 que siguen en funcionamiento actualmente- que ofrecen esta posibilidad.