El sábado pasado fue inusual. Las olas del Zonte, en La Libertad, fueron conquistadas por personas con limitaciones físicas.
Y no es para menos, varios surfistas profesionales y voluntarios se unieron para que personas con discapacidad, dejaran a un lado sus limitantes físicas, y vivieran por un momento la adrenalina de estar en una tabla y montar las olas.
Fue una actividad “sin límites” donde la discapacidad termina donde empieza la voluntad.