Tenía poco menos de dos meses de haber regresado de Estados Unidos donde había trabajado toda su vida hasta lograr una jubilación. Era ciudadana estadounidense porque se había casado con un hombre originario de esa nación.
Se llamaba Jesús del Carmen Argueta y recién había cumplido 54 años de edad. Regresó a El Salvador el 22 de octubre con la idea de reactivar un negocio de venta de licor, a pesar de que sus parientes creen que ya no tenía necesidad de trabajar para subsistir.
“Si a la mamá Chunga busca, ya no está. La mataron anoche”, dijo un niño que se me acercó ayer poco antes del mediodía, cuando me vio que estaba junto a la puerta de la vivienda de Jesús del Carmen, quien fue asesinada a las 7:00 de la noche del jueves en el cantón San Antonio Los Blancos, municipio de San Luis La Herradura, de La Paz.
Para Luis (nombre ficticio), el niño que se me acercó, los asesinos no mataron a la dueña de la cantina, si no a una mujer benefactora de él y de muchos niños que viven en la playa Los Blancos.
Horas antes de que fuera asesinada, la mamá Chunga le había confiado un secreto a Luis: ayer lo llevaría, junto a otros niños, a comer Pollo Campero. Desde que vino había repetido ese gesto con el que se había ganado el corazón de muchos niños. Lo hacía siempre que regresaba a El Salvador a pasear.
Además, la mamá Chunga había corrido la voz de que hoy, luego de unos actos religiosos en honor de la Virgen de Guadalupe, repartiría regalos a los niños de la playa Los Blancos.
Dos posibles razones
Según investigadores policiales que llegaron al lugar la noche del asesinato, hay dos posibles razones para que los delincuentes mataran a Jesús del Carmen.
La mujer, en afán de mejorar la comunidad, había consentido en prestar una de sus dos casas para que la directiva de la playa Los Blancos se reuniera y acordara actividades que mejoraran el lugar, tales como recoger la basura de las calles o de la misma playa.
Sin embargo, a los pandilleros que controlan ese lugar les habían llegado rumores de que la estadounidense estaba buscando acuerdos con la comunidad para limpiar de pandilleros la zona, y vivir así con tranquilidad.
Esta versión es negada por la familia quienes aseguran que lo que su pariente quería era implementar actividades para incentivar la limpieza y ornato en la comunidad.
La otra razón, según los investigadores, era que a Jesús del Carmen le habían pedido dinero en concepto de extorsión y que, obviamente, se había resistido a entregarlo.
El homicidio contra Jesús del Carmen ha causado asombro entre los habitantes de la Playa Los Blancos, crimen que fue cometido a no más de 100 metros del puesto de la Policía Nacional Civil (PNC) quienes ayer dijeron no saber nada del asesinato “porque recién iban llegando a recibir turno”.
Asesinada por falsos clientes
De acuerdo con fuentes consultadas en el lugar, en el asesinato participaron por lo menos dos hombres.
Uno de ellos llegó a la cantina y le pidió que le vendiera licor; cuando la mujer se volvió hacia un estante, el falso cliente le pegó un balazo en la cabeza. La víctima cayó y ya en el piso, el sujeto le asestó cuatro balazos más.
Jesús del Carmen vivía sola pues su esposo se había quedado en Estados Unidos donde también viven sus hijos ya con sus propias familias.
Hasta ayer, la PNC no había capturado a ningún sospechoso.