La inestabilidad persigue a la Secretaría de Cultura. A un poco más de un año desde el inicio de gestión de Salvador Sánchez Cerén, la entidad nuevamente se quedó sin titular.
Aunque la renuncia de Ramón Rivas ha sido en un contexto distinto, su separación del cargo se dio antes de que pudiera responder a las deudas con la cultura, como ocurrió con Breni Cuenca, la primera secretaria de Cultura, destituida en marzo de 2010.
Rivas, quien posee un doctorado en Antropología Cultural y Antropología Social por la Universidad de Nijmegen, Holanda, fue nombrado secretario de Cultura en junio de 2014.
Escuetamente, la Presidencia de la República informó que Sánchez Cerén solicitó la renuncia de Rivas después de conocer que existe una denuncia en su contra en el Instituto Salvadoreño de la Mujer (ISDEMU).
Rivas se limitó a decir a El Diario de Hoy, vía telefónica, que no estaba autorizado a hablar al respecto.
“No es el mejor momento para hablar de eso”, sostuvo.
Una portavoz de la Secretaría de Inclusión Social (SIS)solicitó en nombre de la titular, Vanda Pignato, que se respete la identidad y la privacidad de la víctima que interpuso la denuncia.
Rivas se había convertido en la cuarta persona a cargo de la entidad.
En 2010, tras la destitución de Cuenca, Héctor Samour quedó a cargo de Secultura.
A los pocos meses Samour fue nombrado viceministro de Educación, quedando Ana Magdalena Granadino, como la nueva cabeza de Secultura hasta el final de la gestión de Mauricio Funes.
Durante ese período no fueron pocos los directores de la secretaría que renunciaron, alegando falta de apoyo o una visión distinta a la que se había planteado en un inicio para la entidad.
Rivas, quien en ese entonces estaba al frente de la Dirección Nacional de Patrimonio, fue uno de los que renunció a su puesto en 2012.
A su regreso a Secultura en 2014, Rivas expresó a El Diario de Hoy que había encontrado una “institución quebrada”, pero que estaba dispuesto a cambiar el rumbo de Secultura.
Rivas incluso declaró que para 2015 la entidad ya podría convertirse en Ministerio de Cultura.
Pero con el paso de los meses, las deudas al ámbito cultural continuaron. En febrero de este año, la Directora Nacional de Artes, Tatiana de la Ossa, renunció al no encontrar una visión en la entidad.
El 2015 está a punto de finalizar sin haber logrado la creación del ministerio, ni la aprobación de una ley de Cultura y Artes.
Tras la salida de Rivas, se ha mencionado como posibles sustitutos a los asesores Eunice Payés y David Hernández.