Centros educativos cierran con carencias

Hasta la semana anterior las escuelas seguían esperando el desembolso de la última parte de su presupuesto de funcionamiento

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La falta de dinero para  funcionamiento y de recursos para atender a los estudiantes  acompañó hasta el final del año lectivo, el pasado 13 de noviembre, a los centros educativos escolares públicos

/ Foto Por elsalvadorcom

Por Susana Joma

2015-11-19 2:43:00

La falta de dinero para  funcionamiento y de recursos para atender a los estudiantes  acompañó hasta el final del año lectivo, el pasado 13 de noviembre, a los centros educativos escolares públicos.  

Y según explicaron varios directores la semana anterior todo apunta a que algunas de las necesidades los acompañarán también al inicio del próximo periodo escolar, sobre todo en lo que se refiere a recursos bibliográficos y tecnología.

“Estamos esperando la segunda parte (del presupuesto de funcionamiento), que es la que nos sirve para comprar los materiales educativos”, comentó posterior a la salida de clases Francisco Medrano, director del Centro Escolar República de Paraguay.

Hay otros centros de la capital que, también, estaban a la espera de que el gobierno les desembolsara fondos. Ejemplo de ello son: el Centro Escolar Antonio Najarro, el Centro Escolar República de Japón, El Centro Escolar República de Uruguay.

“Yo diría que en un 90 % los recursos nos han llegado. Sólo como le comentaba en un principio no llegan a su debido tiempo. Lo que estamos esperando nos faltaría para lo que es la parte de infraestructura”, expuso Ciro Roberto Aguilar, el director del Centro Escolar República del Japón, en referencia a la situación del centro que dirige.

Aguilar confía en la llegada de los fondos para realizar reparaciones en el techo del pabellón central de la escuela.

Pero esas instituciones no eran las únicas en la espera. En el interior del país también había algunas como el Centro Escolar Caserío Playa de Monte y  el Centro Escolar San Pedro Puxtla, de Ahuachapán, en la misma situación.

 Con la última parte de los fondos de funcionamiento que les llegue los directores tendrán que cancelar  las deudas que adquirieron con librerías y otros negocios que les proveyeron recursos mientras los fondos no llegaron, además de los salarios de algún personal administrativo que necesitan pero que no es cubierto por el Mined.

De igual forma, y como saben que el gobierno tardará nuevamente en otorgarles fondos para iniciar el año 2016, confían en que con lo que les dé al final de este año podrán comprar algún material didáctico para usar al inicio del próximo año escolar.

Para algunos directores como Luis Alonso Espinoza Flamenco, de la escuela Uruguay, tener recursos financieros para adquirir el material didáctico para dotar a los 83 educadores que laboran en la institución es preocupante, sobre todo porque según precisó el dinero que les queda para ello no alcanza para comprarles más allá de un cuaderno y dos plumones a cada uno.

“Lo que si estamos gestionando, siempre a través de la presidencia, del Ministerio de Relaciones Exteriores, es el techado (de la cancha). Nos urge”, declaró Espinoza Flamenco. 

Mientras su colega del Centro Escolar República de Paraguay clama por ayuda para que le reparen las tuberías de los patios de la escuela que cada invierno se inunda.

Las carencias de las instituciones de educación básica  consultadas la semana anterior, durante lo que fue el proceso de recuperación escolar, no sólo se refieren a infraestructura y material didáctico. Algunas reportan la falta de bibliotecas, de  libros de texto actualizados para trabajar con los estudiantes, la falta de espacios para instalar laboratorios de ciencias. 

“Carecemos de un aula de laboratorio. Si tenemos los materiales de laboratorio, pero no el espacio físico para poder echar a andar esa área. Los maestros de ciencias, que son especialistas, tienen que andar cargando los microscopios y tubos de ensayo de aula en aula y se corre el riesgo de que se arruinen”, citó Flamenco.

A estas alturas del año todavía se encuentran centros de enseñanza en donde todavía les adeudan fondos para cancelar a los proveedores de paquetes escolares o que no les han entregado la totalidad del paquete. Uno de esos casos es el Centro Escolar Caserío Bola de Monte, Ahuachapán.

“Nos deben el de uniforme escolar que son mil 828 dólares”, manifestó la directora Yanira Elizabeth Chávez. 

En el Centro Escolar San Pedro Puxtla están pendientes de que les entreguen el 70 % del calzado escolar.

“Estamos pendientes de la entrega de zapatos, que lo han hecho sólo en un 30 %. Solamente han cubierto hasta 4o. grado y tenemos hasta octavo grado”, confirmó Abel Zelada, director de dicha escuela, que también reporta la necesidad de contar con una malla perimetral para seguridad de la escuela e incrementar el número de mobiliario escolar porque para 2016 ya contarán con el noveno grado.

Zelada afirma que este año han ido sobreviviendo gracias  a las gestiones que hacen con algunas organizaciones no gubernamentales que trabajan a nivel local.

En dos centros de enseñanza media públicos que se consultó,  entre ellos el Instituto Nacional Francisco Menéndez (Inframen) y el Instituto Nacional Alberto Masferrer (Inam) si reportaron que los fondos del presupuesto de funcionamiento ya les habían sido entregados pero advirtieron que tienen otras necesidades por cubrir.

Sergio Mejía, director del  Inframen, dijo que este año los fondos no llegaron en tiempo y eso afectó un poco la labor docente y operativa institucional, pero asegura que no pararon porque buscaron estrategias internas de financiamiento que permitió continuar con las actividades institucionales.

Mejía señaló que necesitan hacer pequeñas compras de mobiliario escolar, pero refirió que donde más necesitan invertir y lo que más les preocupa es la adquisición de equipo informático porque la mayoría cumplió su vida útil.

El director del Inframen también reconoció que la institución  también requiere que se haga  una fuerte inversión en reparación de techos, cielos falsos, sistema eléctrico, reparación de tuberías.

Sin embargo, sostiene que esas necesidades no lograrían ser cubiertas con los fondos que les asigna el gobierno en concepto de funcionamiento.
“Yo dijera que el presupuesto se puede duplicar, triplicar solamente para atender infraestructura”, advierte.

En el Instituto Nacional Alberto Masferrer (Inam) expusieron que les completaron todos los bonos y les dieron un reajuste para compra de equipo de taller de mecánica y la compra de algunas máquinas industriales.

“Todavía tengo algunas necesidades: algún equipo para el área de rehabilitación laboral y laboratorio de creatividad. Estoy hablando por ejemplo de que como aquí tenemos cosmetología necesito renovar el equipo que ya tiene años de estarse usando y está bien gastado”, dijo  el director William Moreno.

“He recibido 44 mil dólares este año (para funcionamiento).Para lograr cubrir la necesidad que tengo de operación necesitaría unos 90 mil dólares”, aseveró.

Según explica el director del Inam también necesita mejoras en la parte de infraestructura, porque los espacios que ocupan los talleres de mecánica son muy pequeños.

El Inam también demanda más recursos financieros para renovar equipo del taller de mecánica y al igual que el Inframen para la renovación de todo el equipo informático.