NUEVA YORK. El éxito de la cerveza artesanal en Estados Unidos ha empujado en los últimos meses a los gigantes del sector a invertir importantes cantidades para hacerse con pequeños productores que no dejan de ganar mercado.
“Si no puedes con tu enemigo, únete a él”. El dicho, aplicado al mercado, suele convertirse en algo así como “si tienes mucho más dinero, cómpralo”, y eso es precisamente lo que están haciendo las grandes compañías.
El ejemplo más reciente se vio esta misma semana, cuando Constellation Brands -uno de los mayores productores de bebidas alcohólicas del mundo y propietario de marcas como Corona- anunció que pagará $1,000 millones por la californiana Ballast Point.
La operación es la mayor que ha vivido nunca el sector de la cerveza artesanal y confirma una clara estrategia por parte de los grandes fabricantes.
En septiembre, Heineken se hizo con el 50 % de la propiedad de Lagunitas, otra popular marca de California y una de las mayores cerveceras dentro del universo de las pequeñas firmas independientes gracias a su distribución en todo Estados Unidos.
Hace un año, la española Mahou San Miguel adquirió un 30 % de otro de los pioneros de este mundo, Founders.
Anheuser-Busch InBev, mientras tanto, ha comprado ya varios fabricantes en distintas regiones de España, como Goose Island Brewery, de Chicago; Blue Point Brewing, en Nueva York; y Elysian Brewing, de Seattle. Muchas de estas compañías surgieron, paradójicamente, como respuesta a todo lo que representaban cervezas como la estrella del catálogo de Anheuser-Busch: Budweiser.
Según los últimos datos, la industria artesana tiene un 10 % del mercado en Estados Unidos, que genera en conjunto unos 100.000 millones de dólares al año, y en 2014 registró un crecimiento del 18 % con respecto al año anterior.
Esa fuerza contrasta con el estancamiento del resto del sector cervecero y la tendencia parece aún lejos de frenarse.
Según la Brewers Association, que representa a miles de pequeñas empresas, para 2020 las cerveceras artesanas podrían tener el 20 % del mercado.
Aunque no hay una definición clara sobre qué constituye una empresa artesana, esta asociación tiene en cuenta a aquellas que producen menos de 6 millones de barriles, que utilizan principalmente ingredientes tradicionales y que tengan menos de un 25 % de su propiedad en manos de un gran fabricante.
Frente a la proliferación de pequeñas empresas, los grandes del sector han seguido en los últimos años reduciendo su número a través de multimillonarias fusiones.
Este año, AB InBev -la mayor cervecera del mundo fruto ya de la combinación de varios gigantes- dio un paso más con la compra de su rival británica SABMiller por más de $100,000 millones.
Frente a la proliferación de pequeñas empresas, los grandes del sector han seguido en los últimos años reduciendo su número a través de multimillonarias fusiones.