4 cortes de carne que hay que disfrutar en El Salvador

No hay placer más excitante que saborear un buen corte de carne término medio, en familia o entre amigos.  El vino no puede faltar.

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2015-11-27 9:10:00

Desde que tengo memoria recuerdo a mi papá disfrutar mas que nada de un buen corte de carne, él se lo comía cubierto con cebolla frita.  Al igual que él, yo disfruto de un jugoso término medio y, definitivamente, no le hago cara a la montaña de cebolla. Un buen corte y cocinado a la perfección no necesita nada más que sal y pimienta para dejarte soñando por otro. Los he probado en muchos restaurantes y parrilladas de amigos y familiares, y dentro de todos estos tengo mis favoritos.

Les contaba de la fascinación de mi papá por la carne, él siempre hablaba de un lugar que servía su plato favorito, escondido por la Flor Blanca y podía ser su almuerzo de todos los días: “El Yugo”. Él siempre pedía el “Superespecial”, un lomo de aguja jugoso, acompañado de papa al horno con mantequilla, chorizo Salvadoreño, medio aguacate, ensalada, y pan con ajo. Es un plato que te deja quieto, pero muy, muy feliz.

La Picanha, Faisca do Brasil 

Cuando hago planes para ir a comer uno de mis cortes favoritos, la “picanha”, en “Faisca do Brasil”, tengo que saltarme el desayuno y el almuerzo. Es un rodizio brasileño y funciona así de simple: Te dan un cartón circular que simula un semáforo, un lado verde y otro rojo, mientras está en verde no dejan de servirte docenas de cortes diferentes de carnes, entre los cuales está la picanha. Es lo mismo que el puyaso, pero es un corte en rebanadas gruesas del lomo entero, adobado en sal y rostizado. 

A mí me encanta pedirlo con bastante sal parrillera y acompañarlo de unos chiles en escabeche que ofrecen en el “salad bar”. Para cerrar la comida, nunca falta la piña caramelizada con canela. Es perfecta para después endulzar el paladar y saltarte el postre.

Rib Eye, Esperanto 

Pero si hablamos de Rib Eye, son pocos los lugares que lo preparan como “Esperanto”. Pesando 16 oz, es un plato pensado para dos personas, pero créeme que después de la primera mordida no vas a querer compartirlo. Te lo sirven en un trozo de laja con sal parrillera, pimienta, cebolla caramelizada y papas fritas. El buen vino nunca debe faltar, un Bordeaux es mi favorito para balancear este plato, ya que los taninos complementan muy bien la grasa de esta carne.

Entraña, Los Ranchos 

De pequeño, mi abuelita (Mamita) tenía una tradición con mi mamá y mi tía: todos los martes almorzaban en “Los Ranchos”. Yo sufría todos esos martes sentado en la escuela imaginándome la entraña y el plato de bocadillos nicaragüenses. Empezaba mi mañana planeando mi excusa para ir a la enfermería y que me mandaran a la casa exactamente antes del almuerzo. 

A la fecha de hoy, sigue siendo de mis carnes favoritas. Jugosa y suave, acompañada de los mejores frijoles que he comido, chimichurri, chiles, gallo pinto y pan con ajo.

Punta Jalapeña, La Pampa Argentina 

Para terminar, tengo que contarles de la “Punta Jalapeña” de “La Pampa Argentina”. Como siempre, término medio. Yo soy adicto a su salsa jalapeña, es cremosa pero no muy espesa, y con un picante perfecto. Además de una papa horneada, vegetales y elote, yo nunca fallo pidiendo las berenjenas curtidas.

Como estos suculentos cortes hay otros buenísimos, y si tienen sus favoritos, pueden dejar sus recomendaciones en instagram @eat503, espero los disfruten.