Esas venas que se observan dilatadas y tortuosas por debajo de la piel se llaman várices. Las vemos usualmente en pies y piernas, pero pueden aparecer en otras zonas del cuerpo. Todos tenemos venas; sin embargo, cuando son tan notorias debajo de la piel es que algo pasa. No es normal.
Las venas son conductos que permiten la circulación de la sangre en un solo sentido. Su función es la de regresar la sangre al corazón. Las venas normales en las piernas tienen válvulas en su interior que se abren para permitir el paso de sangre hacia arriba y se cierran para impedir que regrese en sentido contrario, explica el doctor José Comandari David, cirujano especialista en venas.
“Las várices se forman por la incapacidad de estas válvulas de cerrar correctamente, permitiendo el reflujo de sangre en sentido contrario. El resultado es un aumento de la presión dentro de las venas afectadas, lo que hace que sus paredes se dilaten. La sangre en estas venas tiende a estancarse”, aclara el médico especialista.
Por lo general son solo la manifestación superficial de una insuficiencia venosa, que se origina en un nivel superior de la pierna. Las várices son cosméticamente desagradables, con frecuencia causan dolor y pueden dar complicaciones. Estas venas afectadas pueden ser tratadas por razones cosméticas o terapéuticas, dependiendo de los síntomas. Hay dos opciones terapéuticas en la actualidad. La primera es conservadora e incluye medicamentos y medias de compresión decreciente. La segunda consiste en medidas correctivas como escleroterapia venosa, flebectomías con minincisiones, cirugía láser y luz pulsada, aclara el experto.
TRATAMIENTOS
Existen en el mercado variados medicamentos para el tratamiento de la insuficiencia venosa. La mayoría son útiles para el manejo de los síntomas como pesadez, cansancio y edema, pero deben ser indicados por un especialista.
La elasto-compresión, o uso de vendas elásticas o medias de compresión graduada, también en útil, pero debe ser indicada por el médico para usar la presión adecuada.
Otra opción es el tratamiento Flebo-esclerosante, que consiste en la inyección de una sustancia química que “irrita” las paredes de esas pequeñas venas hasta lograr su cierre. Este método se usa sobre todo con fines estéticos, por lo que se receta una medicación que no presenta efectos adversos ni deja manchas cutáneas permanentes. Se realiza en el consultorio, en sesiones de 15 minutos, una vez por semana y luego el paciente continúa con sus actividades cotidianas.
Existe también el tratamiento con láser transdérmico, que se utiliza para las “arañitas”, en pacientes que requerirían un número excesivo de sesiones flebo-esclerosantes o en los que, por alguna razón, no lo toleran. Se requiere de varias sesiones para que se vean los resultados.
El láser endoluminal es otra opción. Consiste en el cierre de la vena desde su interior, utilizando energía térmica láser. Se realiza en quirófano, con anestesia local o epidural, y el paciente regresa a su domicilio el mismo día. El resultado estético es óptimo y con un rápido retorno a las actividades habituales. Sin embargo, no se recomienda para todos los casos.
Fuente: Dr. José Comandari David, Cirujano Especialista. Teléfono 2264-9494, sitio web: venocentroelsalvador.com.