Para aumento de pasaje, rutas apuestan por nuevos buses

Más empresarios buscan sumarse a la  renovación del 35% de su flota de unidades

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Algunas rutas del transporte público que circulan en San Salvador están modernizando parte de su flota para poder subir la tarifa del pasaje, un incremento que cuenta con el aval del viceministerio de transporte, ya que ya ahora están  la categoría de  “servicio exclusivo urbano”. Entre los requisitos para pasar a esta categoría se contempla que deben ser unidades nuevas, con aire acondicionado, con espacios para personas con discapacidad, cámaras de videovigilancia y motoristas capacitados y uniformados. 

/ Foto Por elsalvador.com

Por Xenía González

2015-10-05 9:48:00

Incrementar el pasaje  del transporte público a través de poner a circular buses maquillados o nuevos  ha sido una  estrategia aplicada desde hace 20 años. 

Esta forma  ha toma un nuevo impulso y los usuarios de  rutas de Mejicanos e Ilopango pueden subirse ahora a las nuevas unidades y pagar un pasaje mayor al de los buses viejos.

Este incremento a la tarifa tiene el permiso  del Viceministerio de Transporte Terrestre (VMT), ya que ahora están  la categoría de  “servicio exclusivo urbano”.

En la década de los noventa e inicios de este siglo, las disputas por más pasaje llevaron a una serie de acuerdos que tendieron a no cumplirse en su totalidad, como el uso exclusivo de buses nuevos y motoristas capacitados para dar un buen trato;ese servicio fue catalogado como “preferencial”.

Portada El Diario de Hoy sobre alza pasaje de buses 1995

Actualmente el VMT, con base al reglamento general del transporte terrestre, está autorizando el incremento del pasaje a las unidades que logren las condiciones para constituirse como un “servicio exclusivo urbano”. 

Entre los requisitos  establece que deben ser unidades nuevas, con aire acondicionado, con espacios para personas con discapacidad, cámaras de videovigilancia y motoristas capacitados y uniformados. 

Entre las que han cumplido la exigencia están la 29 de Acopatt, que viaja desde Ilopango hasta San Salvador, y la 23, desde Mejicanos hasta  San Salvador. Y tienen autorizado  cobran $0.35 en esas unidades. 

De acuerdo a lo establecido por el VMT, solo el 35% de la flota puede renovarse y tener una tarifa mayor;el resto mantiene el costo del pasaje. 

El ejemplo  de las 23 y 29  está siendo imitado por otras rutas, como la 46 que ha adquirido 14 microbuses nuevos, para la zona de San Ramón a San Salvador, y la ruta 152, desde Zaragoza hasta el centro de San Salvador, también ya adquirió 12 unidades nuevas con aire acondicionado.

Para los dueños de los buses  es vital el poder lograr un incremento en el cobro del pasaje.

El presidente de Rutas Unidas, Juan Pablo Álvarez, consideró que han surgido señales que les indican que deben cambiar la forma como ha funcionado el transporte público. Ypone como ejemplo que para los transportistas es preocupante la falta de pago del subsidio, ya que también sus propios recursos son limitados. 

“La única alternativa viable que se ve es incrementar un poco la tarifa para hacer viable el manteniendo de las flotas nuevas”, expuso Álvarez.

El empresario explicó que el 35% de la flota con incremento del pasaje ayuda a oxigenar el mantenimiento del resto y permitir que el otro 65% pueda irse renovando poco a poco. 

“Que el incremento de tarifa no solo ayude a poder pagar la cuota, darles el mantenimiento, sino que también pueda servir para ayudar a la otra flota que no está completamente nueva”, añadió Álvarez. 

El mismo viceministro de Transporte, Nelson García, ha dado incentivos al nuevo proceso de servicios diferenciados. 
“Esperamos que en los próximos meses se incorporen otras unidades más”.

Este es un proceso que esperamos que continúe, que los empresarios vayan animándose a hacer inversiones de este tipo”, dijo recientemente en la presentación de las nuevas unidades de las rutas 23, 129 de Suchitoto y 121 de San José Guayabal. 

De hecho, García dijo que otros empresarios lo han buscado para que les expliquen sobre el nuevo proceso. Añadió que otras rutas que estarían optando por una renovación parcial de la ruta, para lograr aumento del pasaje, son la 55 y la 101-D. 
Viejas promesas

Sin embargo, ante los antecedentes históricos dejados por procesos similares en el país, es importante que sea estrictamente supervisado. 

El tema de modernizar el servicio de transporte y dejar fuera a las rutas más viejas, así como de aumentos graduales al pasaje, ya llenaban las notas de hace dos décadas atrás. 

En la edición del viernes 8 de julio de 1994 del Diario de Hoy se publicó sobre la gestión de los buseros para que el pasaje subiera a dos colones. 

El representante de esa época de la Asociación de Empresarios del Transporte de Pasajeros en Autobús (ATP) declaraba sobre la necesidad de renovar las rutas, pero no contaban con los fondos para poder obtener las nuevas unidades. Por ello hacía hincapié en incrementar el pasaje para poder seguir operando. 

Al mismo tiempo, el viceministro de Transporte de ese período, Rafael Alfaro, señalaba que no permitirían aumento de pasaje sin mejoras al servicio que beneficiaran a los usuarios. 

Posteriormente el 20 de diciembre de 1994 ya se anunciaba un incremento del pasaje, después de que los transportistas adquirieran 200 autobuses nuevos. Además aseguraban que los motoristas y cobradores comenzarían a usar uniformes. Incluso se anunció la fundación de una escuela para los aspirantes a motoristas de la gremial Asociación Salvadoreña de Empresarios de Autobuses (AEAS).  Un aumento sustancial del pasaje se impuso en septiembre de 1996, pasando de 0.75 de colón, hasta un colón y 1.25 de colón.

En teoría la autorización habría sido para unidades “preferenciales”, pero también lo aplicaron buses que ya estaban en precarias condiciones. 

Entre los años 2001 y 2002 hubo un realce en la necesidad de sacar de circulación a las unidades con más de 20 años de uso, debido a una serie de trágicos accidentes de tránsito que habían ocurrido. 

En ese período hubo ultimátum de parte de las autoridades del Gobierno de turno.  

Pero todo concluyó con una prórroga más de 18 meses para los buses viejos impulsada por el viceministro de Transporte, Ricardo Yúdice, y el pacto de iniciar un proceso de modernización que ya no se cumplió.
Obstáculos actuales

Para el presidente de la Ruta 23 S.A. de C.V., José Luis Regalado, el proceso de renovación y mantenimiento es un objetivo serio. 

“Realmente está difícil que alguien quiera aprovecharse de la apertura que se ha logrado para el gremio porque los requisitos son bien marcados”, señaló Regalado. 

El vicepresidente de AEAS, Elizardo González Lovo, expuso que actualmente existen las leyes para garantizar una mejora en el servicio del transporte, pero que en muchas ocasiones son las mismas autoridades las que no las echan a andar. Puso como ejemplo que aun no se ha dado la autorización a los talleres que deberán realizar los chequeos a las unidades del transporte público. 

A la vez señaló que mientras el Ministerio de Medio Ambiente acusa a los transportistas de que continúan circulando autobuses que ya pasaron su vida útil, el VMT no les agiliza los procesos para las empresas que sí quieren modernizarse. 

Según González Lovo, el VMT  pone obstáculos en los procesos de exención del IVA y obtención de matrículas de los buses nuevos, por lo que los empresarios tienen el temor de realizar la inversión.

Por el momento AEAS espera los permisos para poner a circular 14 microbuses nuevos de la ruta 46. 
“Aun estamos esperando la autorización del VMT para introducir las nuevas unidades, luego solicitar una modificación a la tarifa para que estas unidades nuevas se puedan pagar”, dijo González Lovo. 

Roberto Soriano, presidente de ATP, dijo que la ruta 46 ha tenido que seguir trabajando con busetas que ya están deterioradas para no dejar a la población sin servicio. . 

“En muchas ocasiones el VMT detiene la modernización, igual que en el tema económico, pues  que bien que hoy está dándose cuenta que para poder modernizar no se puede tener una tarifa antojadiza, sino que debe ser en base a la inversión”, dijo Soriano. 

El empresario vio como una manera aceptable el brindar servicios diferenciados para mejorar parte de la flota. 

“El Gobierno no asume el tema de un incremento de subsidio o un incremento de la tarifa, esto conlleva a sacrificar el mantenimiento porque se priorizan los compromisos financieros”, dijo. Soriano señaló que no pueden dejar de pagar a los bancos, a sus motoristas, así como la extorsión que le exigen los delincuentes. 

El empresario de la ruta 302, con recorrido de Usulután a San Salvador,  Mauricio Castellón, también ha sido afectado por obstáculos en el proceso de modernización.

En su caso solo es una unidad, pero que está valorada en $161,500, por su tamaño y sus características, como baño incorporado y aire acondicionado. Castellón dijo que no han podido usar el autobús desde junio. Pese a los problemas dijo que como ruta siguen buscando cambiar las unidades. 

“Lo importante es que la mayoría del sentir de las rutas de Soyapango, Ilopango y del resto del área metropolitana es en orientarse a esa renovación. Tratar de aprovechar ese 35% de servicio especial que está autorizando actualmente”, añadió Álvarez.