Todo transcurría de una forma normal en el Centro Escolar Católico Santa Catalina, de San Jacinto, muchas niñas ya estaban listas para irse a sus casas, esperando a que sus padres llegaran a recogerlas.
Sin embargo, la alegría y el entusiasmo de terminar el ultimo día de clases, se vio interrumpido por una violenta sacudida que no les dio tiempo a maestros ni alumnos para evacuar el lugar.
Las paredes y el techo colapsaron dejando soterradas a muchas infantes.
Tras las labores de rescate se contabilizaron 42 niñas muertas.
El epicentro del terremoto se localizó en Los Planes de Renderos, al sur de la ciudad, con una profundidad de 5,4 km. La magnitud en la escala de Richter fue de 7.5 grados.
La onda expansiva se dirigió hacia el norte de la capital, atravesando el centro y causando severos daños a su paso por los barrios San Jacinto, Santa Anita, Candelaria y el reparto Santa Marta, entre otros lugares.
Recuerdan a las víctimas
Hoy se cumplen 29 años de la tragedia, la cual trajo luto y dolor a cientos de familias salvadoreñas.
Ayer los maestros y alumnos del CentroEscolar Católico, se reunieron para recordar a las víctimas del terremoto.
Elsi Bonilla es una maestra de tercer grado que aún mantiene en su memoria los recuerdos tristes de esa fecha, en la que murieron tres de sus hijas.
“Rescaté a la sobrina de una maestra y logré sacar a otras 15 niñas, pero ninguna de ellas eran mis hijas”, aseguro Elsi.
Uno de los eventos que aún no olvida a pesar del paso de los años, es el llanto y los gritos de las niñas pidiendo auxilio.
Todos los años, al acercarse estas fechas los estudiantes y maestros rinden un homenaje religioso a las niñas muertas.
Padres de familia, alumnos y maestros, se reunieron este año en la Parroquia de San Jacinto, para participar en una solemne misa.
Mientras que en el colegio se preparo un altar con flores e imágenes de algunas de los infantes que fallecieron durante el terremoto que azotó y destruyó el Gran San Salvador hace 29 años.