El maquilishuat fue declarado árbol nacional de El Salvador en 1939. Es originario de la América Tropical.
Uno de sus principales atractivos es su espectacular floración, que cada inicio de año luce su vistosidad en carreteras, parques, avenidas, la campiña y todo lugar que se le permita existir.
Por ser un árbol de la flora autóctona, se adapta perfectamente a los diferentes tipos de suelo en El Salvador.
La floración es abundante. Brinda flores de color morado, rosado y blanca.
Podemos afirmar que cuando el maquilishuat florece, permite disfrutar un paisaje que nada tiene que envidiarle al resto del mundo.
Si se maneja como bonsai, el maquilishuat es similar al sakura o cerezo, que es el orgullo de quienes conocen de estas técnicas.
El maquilishuat produce una madera muy fina, con una decoración con vetas desde oscuro hasta un color amarillo o rosado.
Es fácil de trabajar, tanto es así, que antes en el campo se hacían los yugos para amansar terneros, con madera de los árboles de maquilishuat.
Cuando se establecen rodales con fines maderables, es recomendable sembrarlo a 2m x 2 mt o sea 1,750 árboles./Manzana.
Esto para lograr que crezca alto, sin bifurcarse a menos de 12 metros; tal como sucede cuando se siembra aislado, pero que en ese caso es el rey del paisajismo.
Las abejas
Además el maquilishuat es considerado entre los mejores melíferos, porque es productor de un excelente néctar, por ello es un gran recurso apícola, pues genera miel de un fino y delicado sabor y de un atractivo color.
Un bosque de maquilishuat puede así brindar una enorme belleza, producir madera de calidad y facilitar la producción de miel en gran escala.
Pero además de eso, contribuye a proteger los mantos acuíferos.