En 1973, Roberto Rendón se convirtió en el primer salvadoreño en obtener una beca para estudiar en Japón.
Desde entonces, 82 salvadoreños han logrado ser escogidos como parte del programa de becas Monbukagakusho de la embajada de Japón.
Masataka Tarahara, embajador de Japón en el país, reconoció el interés de los jóvenes salvadoreños en la cultura japonesa, por lo que hizo la invitación a que cada vez sean más los que intenten obtener una beca.
Cada año, alrededor de 50 a 60 personas aplican a las becas, entregadas para estudios de pregrado, postgrado o cursos de investigación para docentes.
Yoko Tsujimoto, asesora cultural de la embajada, dijo que pese a los obstáculos ocurridos, como la suspensión de las becas por 19 años a causa de la guerra civil, los lazos entre ambos países siempre se han logrado mantener y esperan enriquecerlos con más becarios.
“La beca es muy diferente a otras becas, es completa, de largo tiempo, alto nivel de estudio y muy rica en intercambio cultural”, expuso Yoko.
Entre las áreas de estudio de los salvadoreños que han obtenido una beca están ciencias naturales, ingenierías, derecho y artes. Además deben aprender japonés.