Jorge Alexander Torres Flores, de 27 años, fue lesionado ayer de bala tras evitar que su hijo de 10 años muriera en una balacera que se registró en el parque central de San Martín, luego de una ataque de pandilleros.
Torres Flores se ganaba la vida vendiendo dulces desde hacía unos cinco meses, fue llevado aun con vida en una moto taxi al Fosalud de la zona, pero en el camino fue auxiliado por una patrulla policial que lo llevó al Centro de Emergencias. Poco después murió en el centro asistencial, dijo la autoridad.
Según la Policía un grupo se sujetos se bajó de un microbús, sacaron sus armas de fuego y comenzaron a disparar contra personas que se hallaban en una de las paradas del parque central de San Martín.
El padre, al ver que su pequeño hijo sería blanco del fuego cruzado corrió a abrazarlo, momento en que varios balazos impactaron en su cuerpo.
En la balacera también resultaron lesionados un despachador de la ruta 140, una señora y el hijo de la víctima mortal, afirmó la Policía.
Presumen que el ataque iba dirigido contra el despachador quien se encontraba a la par de Torres Flores y el resto de víctimas.
Un muerto y 3 lesionados tras ataque armado en parque central de San Martín.Entre los heridos hay un niño de 10 años pic.twitter.com/nNtRAW3OnZ
— Juan Calles (@JuanCallesMAS) October 17, 2015
El menor resultó con una herida en la pierna, mientras que una mujer que estaba en el lugar recibió un disparo en la espalda, se informó.
Torres era padre de dos niños, y su esposa está embarazada.
Encuentran cuerpo desmembrado
En otros hechos, las autoridades encontraron el cuerpo de un hombre desmembrado en dos bolsas plásticas en calle al Tobogán, en caserío
Las Pilas, en Soyapango. Según la fiscal del caso, la víctima fue asesinada en otro lugar y posterior abandonada en ese sitio.
El tronco con los brazos se hallaba en una bolsa y la cabeza con sus extremidades inferiores en otra bolsa a 30 metros de distancia la una de la otra.
Víctima no fue identificada; sin embargo, las autoridades calculan que tenía entre 20 y 25 años, tampoco se le observaba tatuajes alusivos a pandillas ni decorativo.
El cuerpo tenía signos de torturas en el cuello tras haber sido estrangulado, dijo la Fiscal. Forenses calcularon que el cadáver tenía entre seis y ocho horas de haber sido asesinado.
El tronco de la víctima vestía una camiseta negra, un bóxer azul y a un lado había un jeans cuyo color no se logró precisar.