Salvadoreños que residen en la zona del ex bolsón Dolores Monteca, en Nueva Esparta, La Unión, denuncian que son acosados por autoridades municipales y militares de Honduras, al punto que en agosto pasado, tres compatriotas fueron arrestados por 300 militares y policías hondureños por estar trabajando tierras que les pertenecen, pero que tras el fallo de la Corte Internacional de Justicia de 1992, se determinó quedaban al lado del vecino país.
El referido fallo de La Haya, puso hace 23 años, fin al problema fronterizo y disputa por territorio que mantuvieron Honduras y El Salvador por años, aunque no a los hostigamientos que según los salvadoreños que habitan la zona fronteriza, hacen las autoridades hondureñas contra un promedio de 100 familias que habitan el ex bolsón de Dolores Monteca.
De las 100 familias, hay 35 que viven del lado de El Salvador, pero que sus terrenos quedaron del lado del municipio de Opatoro, en el departamento de La Paz, Honduras y que la municipalidad reclama y les asegura son tierras ejidales, según los compatriotas afectados.
Eso, según Rosa Silvia Yáñez, docente y presidenta de la Asociación de Desarrollo Comunal Fronteriza, pese a que los salvadoreños tienen escrituras catastradas desde 1989 y que además, según el fallo se respetaría, por ambos gobiernos, la legitimidad de las tierras.
Pese a ello, las autoridades municipales de Opatoro impiden que los salvadoreños y legítimos dueños de las tierras, según escrituras y tratados internacionales, puedan sembrarla, pastar su ganado o ingresar siquiera a estas.