A una parte de los pacientes les dan máquinas para la terapia

Para el próximo año, la autónoma contratará el servicio para 450 pacientes con insuficiencia renal terminal, es decir, que les entregarán una máquina. Todos los nuevos casos de la enfermedad serán tratados con la modalidad

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Pacientes con enfermedad renal reciben la terapia de diálisis en el Seguro Social. 

/ Foto Por Archivo

Por Yamileth Cáceres

2015-10-24 9:00:00

De 400 pacientes con insuficiencia renal terminal que recibían tratamiento para limpiar los tóxicos del cuerpo en los hospitales del Seguro Social, solamente 19 continuaban en esa modalidad, a mediados de octubre.

El resto se hace la terapia en su casa, expresó Benjamín Coello, subdirector de Salud de la institución.
Coello confirmó que el Servicio de Diálisis Peritoneal Intermitente se cerrará definitivamente. 

La razón que da el funcionario es que esa modalidad es la que peor pronóstico de sobrevida da a los pacientes, las personas están más propensas a adquirir infecciones nosocomiales y solo pueden acceder al tratamiento una vez por semana.

Esa decisión ha sido criticada por médicos y ha causado angustia en algunos pacientes, quienes coinciden en que es  uno de los mejores tratamientos para las personas con insuficiencia renal. Sin embargo, consideran que el plan no se implementó de la forma más adecuada.

Las 19 personas que aún reciben su cesión en el hospital serán trasladadas a diálisis ambulatoria. Es decir que se harán la terapia en sus casas, cuando finalicen el entrenamiento y les puedan proveer de una máquina.

“El hecho mismo de que el paciente viniera una vez por semana a hacerse una limpieza de todas esas toxinas hace que el paciente presente complicaciones y se deteriore más rápido su calidad de vida y su condición en general. En cambio, con la ambulatoria, el paciente se dializa a diario”, comentó Coello.

El subdirector de Salud del ISSS dijo que un pequeño porcentaje de los afiliados optó por recibir hemodiálisis y otro por la diálisis ambulatoria manual, el resto se incorporó a la diálisis ambulatoria automatizada (les proveen una máquina).

El funcionario niega que los pacientes requieran tener condiciones especiales en sus viviendas para hacerse la diálisis. “Tenemos pacientes que viven en zonas marginales o en champas y ahí se hacen su diálisis y no hay inconvenientes”, aseguró.

Un enfermo renal del ISSS indicó que, antes, para entrar al programa se les pedía que tuvieran un cuarto aislado, con suelo de cemento, un atril (un soporte de madera) y que no tuvieran animales, de modo que la zona fuera estéril. No obstante, con el plan “Salto de Calidad en Nefrología”, esos aspectos ya no se contemplan.

Coello dijo que lo único que necesita el paciente es una mesa pequeña,  la cual se debe limpiar con lejía o cualquier otro antiséptico; una buena limpieza de mano y usar mascarilla y guantes.

El antiséptico, la mascarilla y los guantes los manda el ISSS al domicilio del paciente a través de un laboratorio contratado. Mientras que para el tratamiento con la máquina se necesita hacer conexiones eléctricas, porque el voltaje debe ser de 2:20, pero eso lo hace la empresa contratada para ello.

En los hospitales Bloom y   Rosales, a los enfermos renales se le pide llenar ciertos requisitos. En el Bloom, por ejemplo se les solicita que tengan una habitación con puerta y ventanas, paredes limpias y piso de cemento limpio. Además deben acondicionar un lavabo ( guacal o   de cerámica) y aprender la técnica.

El cuarto puede ser el mismo en el que se duerme; pero limpio y con lo mínimo: mesa, silla y un sitio para colgar los sueros; es decir, que no tengan muchas utensilios.

Máquinas para pacientes

Hasta julio de este año solo 30 pacientes del ISSS tenían máquinas en sus casas para el tratamiento. Desde que se impulsó el proyecto de traslado de modalidad de atención, en agosto de 2015, se adquirieron 250 equipos más que se agotaron en mes y medio.

El ISSS hizo una prórroga de la licitación para que les proporcionen 150 aparatos más y  están en el proceso de elaborar las bases de licitación para el nuevo contrato.

Las nuevos casos de insuficiencia renal terminal ya no serán hospitalizados, sino que serán incorporados a ese tratamiento.

Para la nueva licitación, las autoridades del Seguro pidieron 450 máquinas. El contrato es por 18 meses y los equipos se asignan en comodato.
En este caso, según el ISSS, el costo por paciente al año es de $9,400;mientras que la terapia que se hace en el hospital cuesta $20,624.

Coello expresó que las enfermeras que atendía a los pacientes de diálisis, en los hospitales, se han distribuidos en los centros en los que hay falta de personal.

El subdirector de Salud niega que haya pacientes inconformes con el cambio de la modalidad. Reconoce que hace unas semanas recibieron una nota firmada por unos 20 usuarios que expresaban que no estaban de acuerdo. Al contactarlos, asegura, manifestaron no tener interés en quedarse en los hospitales recibiendo la terapia.