José Alberto Portillo Lemus, de 42 años, fue asesinado en momentos que sostenía en sus brazos a su hija de dos años, en el interior de su vehículo.
A los homicidas no les importó que la víctima estaba con su bebé en brazos y a un lado, su esposa embarazada, para dispararle varias veces.
El hecho se registró el 25 de agosto en la comunidad El Espíritu Santo, entre los límites entre San Salvador y Ciudad Delgado.
Portillo Lemus había llegado a traer a su hijo de cinco años, quien se encontraba en una vivienda situada en la comunidad Espíritu Santo, para llevarlo al colegio donde estudiaba y luego dirigirse a su trabajo.
Él labora en un centro de atención de llamadas telefónicas y se desempeñaba como profesor de Inglés en una universidad privada en San Salvador.
Las autoridades no descartaron que las pandillas estén involucradas en este hecho pese a que la víctima no tenía que ver con esos grupos criminales.
Por lo general, los pandilleros ven como enemigos a las personas que residen en colonias donde se mueven grupos diferentes, sin percatarse que sus víctimas tengan alguna pertenencia.
En este caso, las familia no residía en la referida comunidad pero tampoco eran desconocidos de sus habitantes, pues vivían en una colonia aledaña.
Ese mismo día, en cantón Potrerillos, Santo Tomás, otro niño de cinco años fue testigo del homicidio de su hermano, identificado como Héctor.
Tanto el chico como su madre, esperaban a Héctor que regresaba de estudiar a bordo de un bus, solo que en el mismo momento que arribaba a la zona el bus, se escucharon varios disparos.
Cuando llegaron al lugar donde se encontrarían con Héctor, el hermanito y su madre se encontraron con un triste hecho.