Un británicos estacionó su coche a la orilla de una playa en la isla Sheppey, cerca de Londres, sin tomar en cuenta que la marea subiría de un rato a otro.
Mientras el dueño del auto estaba ausente, testigos vieron con asombro cómo el agua se tragaba el vehículo.
Las imágenes del hecho fueron grabadas y compartidas por diferentes canales en YouTube.
Una grúa sacó el automotor totalmente dañado.