El papa Francisco lamentó el domingo desde Cuba que en el mundo haya guerras por la incapacidad de discutir los problemas y que en lugares como Europa exista un alto porcentaje de desempleo entre los jóvenes.
En un discurso improvisado ante jóvenes reunidos en el Centro Cultural Padre Félix Varela, de La Habana, el papa les pidió no cerrarse a los demás sólo por no compartir una ideología o pensar de manera diferente, sino más bien buscar el bien común.
"Una familia se destruye por la enemistad, un país se destruye por la enemistad, el mundo se destruye por la enemistad", dijo.
En medio de una ligera lluvia, Francisco señaló que "hoy día vemos que el mundo se está destruyendo por la guerra, porque son incapaces de sentarse y hablar".
Los jóvenes, les dijo, son la esperanza de los pueblos, pero hay países en Europa que tienen más del 40% de su juventud desocupada.
"Un país que no inventa, un pueblo que no inventa posibilidades laborales para sus jóvenes, a ese joven le queda o la adicción o el suicidio o irse por ahí buscando ejércitos de destrucción", dijo.
Al despedirse pidió que rezaran por él y a quien no fuera creyente, "y no puede rezar porque no es creyente, que al menos me desee cosas buenas", lo que arrancó aplausos entre los asistentes.